El verano trae consigo no solo altas temperaturas, sino también el temido incremento en el consumo eléctrico doméstico. La factura de la luz experimenta subidas considerables durante los meses estivales, convirtiendo la gestión del gasto energético en una preocupación constante para millones de hogares españoles. Este fenómeno no solo se debe al uso intensivo del aire acondicionado, sino también a la presencia silenciosa de aparatos que consumen electricidad las 24 horas del día sin que nos demos cuenta.
Existe una realidad que muchos desconocen: ciertos electrodomésticos continúan gastando energía incluso cuando aparentemente están apagados. Estos dispositivos, conocidos como «vampiros energéticos», representan hasta un 10% del consumo total de electricidad en el hogar, una cifra nada despreciable cuando llega el momento de pagar la factura mensual. La identificación y desconexión de estos aparatos puede suponer un ahorro significativo, especialmente durante la época del año donde el gasto eléctrico alcanza sus picos máximos.
2EL AIRE ACONDICIONADO: CUANDO EL STANDBY SE VUELVE COSTOSO

El aire acondicionado representa el electrodoméstico que más impacto genera en la factura de la luz durante el verano, pero su consumo fantasma también merece especial atención. Muchos usuarios desconocen que estos aparatos mantienen activos sensores de temperatura, relojes internos y sistemas de comunicación con el mando a distancia incluso cuando no están refrigerando. Este consumo residual puede alcanzar entre 5 y 15 vatios por hora, una cantidad que, multiplicada por las 24 horas del día durante meses, se traduce en un gasto considerable.
La tecnología inverter, presente en la mayoría de aires acondicionados modernos, aunque más eficiente durante su funcionamiento, también contribuye al consumo fantasma. Los sistemas de control electrónico permanecen vigilantes para mantener la temperatura programada, lo que implica un gasto energético continuo. Desconectar completamente el aire acondicionado cuando no vamos a utilizarlo durante períodos prolongados, como durante las horas nocturnas o cuando nos ausentamos de casa, puede generar ahorros sustanciales en la factura eléctrica mensual.