En la vertiginosa sociedad actual, donde las agujas del reloj parecen girar con una prisa endiablada y las preocupaciones cotidianas se agolpan en la mente al caer la noche, el simple acto de cerrar los ojos y entregarse al descanso se ha convertido para muchos en una auténtica quimera. Conseguir Dormir profundamente se ha transformado en un lujo que no todos pueden permitirse, con cifras de insomnio y trastornos del sueño que pintan un panorama, cuanto menos, preocupante y que nos obliga a buscar soluciones más allá de la farmacopea tradicional. La búsqueda de un reposo efectivo y natural es una constante en un mundo que parece haber olvidado cómo desconectar.
Y es que, cuando Morfeo se resiste a visitarnos, la desesperación puede llevarnos a probar todo tipo de remedios, desde infusiones milenarias hasta las últimas novedades tecnológicas. Sin embargo, a veces la respuesta más eficaz se encuentra en la sencillez de técnicas ancestrales que, rescatadas y avaladas por la ciencia moderna, prometen devolvernos ese ansiado bienestar nocturno; una de estas perlas es la conocida técnica 4-7-8, un método de respiración que, según sus defensores y un creciente cuerpo de evidencia, puede ayudarnos a conciliar el sueño en cuestión de minutos, además de ofrecer un respiro al estrés acumulado. Parece demasiado bueno para ser verdad, pero quizás va siendo hora de darle una oportunidad a algo tan fundamental como aprender a respirar para Dormir.
4LA CIENCIA PONE LA LUPA: ¿QUÉ DICE LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL 4-7-8?

Aunque pueda parecer una simple técnica de relajación más, el método 4-7-8 tiene una base fisiológica que explica su eficacia para ayudarnos a Dormir y reducir el estrés. Al prolongar la exhalación respecto a la inhalación y al incluir una pausa de apnea controlada, se estimula el nervio vago, una pieza clave del sistema nervioso parasimpático, que es el responsable de inducir la respuesta de «descanso y digestión» en el organismo, contrarrestando los efectos del sistema simpático (el de «lucha o huida») que suele estar hiperactivo en situaciones de estrés o ansiedad. Este cambio de un estado de alerta a uno de calma es fundamental.
Diversos estudios han demostrado que las técnicas de respiración diafragmática lenta, como la 4-7-8, pueden tener efectos beneficiosos sobre la variabilidad de la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Al calmar el sistema nervioso autónomo, se reduce la rumiación mental y la tensión física, creando las condiciones idóneas para que el sueño aparezca de forma natural, sin la necesidad de recurrir a somníferos. Dominar esta técnica para Dormir mejor es, por tanto, una inversión en salud a largo plazo.