martes, 27 mayo 2025

Aitor Albizua triunfa en La 2 mientras TVE no levanta cabeza con ‘La familia de la tele’

Aitor Albizua se ha convertido en la cara del contraste más evidente entre el éxito y el tropiezo dentro de la parrilla de Televisión Española. Mientras ‘La familia de la tele’, programa estrella de La 1, no consigue levantar cabeza ni con cambios de horario ni con refuerzos en el equipo, el periodista vasco sigue cosechando buenos datos en ‘Cifras y letras’, el histórico concurso de La 2. Una paradoja que evidencia que el problema no es el presentador, sino el formato y sus decisiones editoriales.

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Lo que parecía ser una apuesta fuerte de TVE para las tardes se ha ido desinflando con rapidez. ‘La familia de la tele’ nació entre expectativas de renovación, con rostros conocidos y promesas de frescura, pero se ha convertido en un espacio errático, desdibujado y alejado de la televisión que conecta con la audiencia. En medio de ese desorden, Aitor Albizua ha sido uno de los pocos elementos reconocidos positivamente por los espectadores, y ahora encuentra el reconocimiento en un formato más humilde pero mucho mejor planteado.

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‘La familia de la tele’ ha sido un caos de intenciones y formatos

Fuente: RTVE.es

Aitor Albizua fue uno de los primeros en verbalizar que ‘La familia de la tele’ no era lo que se le había prometido. Durante una emisión especialmente crítica, el periodista confesó abiertamente que no se sentía cómodo con los temas del corazón, una parcela que le era ajena y en la que había tenido que improvisar más de lo que hubiese deseado. La sinceridad de sus palabras no pasó desapercibida, y dejó al descubierto una de las grandes grietas del programa: la falta de coherencia interna.

Ni la incorporación de Cayetana Guillén Cuervo, ni la división de tramos ni los múltiples reajustes de horario han servido para salvar el barco. Los datos de audiencia siguen cayendo en picado, y ‘La familia de la tele’ arrastra consigo incluso a otras producciones de TVE. Aitor Albizua, ahora relegado al segundo tramo junto a Inés Hernand, ha intentado dar algo de sentido a la parte más cultural e informativa, pero el daño estructural ya parece irreversible. La audiencia ha hablado, y lo ha hecho con claridad.

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