Aitor Albizua se ha convertido en la cara del contraste más evidente entre el éxito y el tropiezo dentro de la parrilla de Televisión Española. Mientras ‘La familia de la tele’, programa estrella de La 1, no consigue levantar cabeza ni con cambios de horario ni con refuerzos en el equipo, el periodista vasco sigue cosechando buenos datos en ‘Cifras y letras’, el histórico concurso de La 2. Una paradoja que evidencia que el problema no es el presentador, sino el formato y sus decisiones editoriales.
Lo que parecía ser una apuesta fuerte de TVE para las tardes se ha ido desinflando con rapidez. ‘La familia de la tele’ nació entre expectativas de renovación, con rostros conocidos y promesas de frescura, pero se ha convertido en un espacio errático, desdibujado y alejado de la televisión que conecta con la audiencia. En medio de ese desorden, Aitor Albizua ha sido uno de los pocos elementos reconocidos positivamente por los espectadores, y ahora encuentra el reconocimiento en un formato más humilde pero mucho mejor planteado.
3¿qué ha fallado realmente en TVE?

El contraste entre el rendimiento de Aitor Albizua en La 1 y en La 2 obliga a TVE a hacer una reflexión profunda. El problema no es el presentador, ni siquiera la falta de rostros conocidos, sino la dirección editorial de un programa que parece no saber lo que quiere ser. En ‘La familia de la tele’ han querido mezclar corazón, nostalgia, actualidad y entretenimiento en un solo recipiente, sin terminar de definir su sabor, lo que da como resultado un formato inconsistente y poco atractivo.
En cambio, con recursos mucho más modestos, Aitor Albizua ha logrado en La 2 revivir un clásico y hacerlo competitivo en prime time. El éxito de ‘Cifras y letras’ es también un espaldarazo a un tipo de televisión que parecía olvidada, es decir, la que premia el talento sin estridencias. Y si algo ha quedado claro estos días es que, más allá de las decisiones erradas de TVE, Aitor Albizua ha salido reforzado, convertido en una de las apuestas más sólidas y queridas por el público.