Montoya y Anita se han convertido en una de las parejas más queridas por la audiencia de ‘Supervivientes 2025’. Su complicidad, su entrega en las pruebas y su capacidad para emocionar los han hecho destacar en una edición llena de sobresaltos. Pero en la última entrega de Conexión Honduras, ambos protagonizaron uno de los momentos más intensos del programa, pues rompieron a llorar en directo, conmovidos por un giro inesperado que no dependía de ellos.
En una gala donde se habían cebado múltiples momentos, entre esos el supuesto reencuentro de Escassi con Sheila Casas y el prometido Puente de las emociones de Anita, fue otra escena la que se llevó todo el protagonismo. Montoya y Anita, nominados junto a Carmen Alcayde, se enfrentaron a la posibilidad real de que uno de ellos abandonara definitivamente el concurso. La idea de separarse, tras más de ochenta días compartiendo todo, fue lo que terminó rompiendo su fortaleza emocional.
3El efecto dominó de las promesas incumplidas

Montoya y Anita también fueron víctimas colaterales de la estrategia de cebos no cumplidos del programa. La audiencia esperaba, según lo anunciado por Jorge Javier Vázquez, un Puente de las emociones protagonizado por Anita que nunca llegó. Tampoco se cumplió el prometido reencuentro entre Escassi y Sheila Casas, lo que generó cierto malestar entre los seguidores más fieles. En lugar de eso, el jinete se reencontró con su hermano, un momento emotivo pero que no correspondía a lo anunciado.
Esa constante de prometer momentos y luego no cumplirlos fue minando el ánimo dentro y fuera de la isla. Montoya y Anita, que ya cargaban con la presión de la nominación y con los rumores esparcidos por Makoke, se vieron arrastrados también por el desencanto de una gala que dejó más preguntas que respuestas. Para ellos, el factor emocional lo era todo, y el hecho de sentir que algunas promesas se hacían más por espectáculo que por autenticidad afectó directamente a su estado anímico.