jueves, 12 junio 2025

Descubre el movimiento bancario que está en el punto de mira de Hacienda y puede generarte una inspección automática

En un mundo donde cada movimiento financiero deja una huella digital, la discreción en nuestras cuentas bancarias se ha convertido en un bien preciado pero, a la vez, en un posible foco de atención. La vigilancia de Hacienda sobre las finanzas ciudadanas es más exhaustiva de lo que muchos imaginan, y cualquier descuido, por pequeño que parezca, puede activar las alarmas del fisco y desencadenar un proceso de revisión que nadie desea. Este escrutinio se centra, cada vez con mayor precisión, en patrones que sugieren irregularidades, siendo ciertas transferencias bancarias un motivo de creciente preocupación para los contribuyentes que desconocen hasta qué punto están bajo el microscopio.

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No se trata de sembrar el pánico, sino de fomentar una conciencia clara sobre ciertas prácticas que, aunque puedan parecer inofensivas o meros trámites entre particulares, son interpretadas de manera muy diferente por la Agencia Tributaria. El constante goteo de transferencias periódicas sin una justificación fiscal sólida, o aquellos ingresos por servicios esporádicos que nunca ven la luz de una factura, pueden convertirse en la antesala de una inspección automática por parte de Hacienda, con las consiguientes molestias y posibles sanciones que ello conlleva si no se actúa con previsión y conocimiento. Conocer qué movimientos exactos están en el punto de mira es el primer paso para evitar sorpresas desagradables con el erario público.

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INGRESOS OCULTOS BAJO EL RADAR: EL RIESGO DE LOS «PAGOS POR SERVICIOS» NO DECLARADOS

Fuente Pexels.

Muchos profesionales autónomos, pequeños empresarios o incluso particulares que realizan trabajos esporádicos caen, a veces por desconocimiento y otras por una malentendida picaresca, en la tentación de cobrar ciertos servicios «en B». Esas cantidades que se reciben directamente en cuenta, sin el correspondiente IVA ni la retención del IRPF, representan un agujero para las arcas públicas que Hacienda persigue con ahínco, y aunque individualmente puedan parecer cifras menores, su acumulación las convierte en un indicio claro de evasión fiscal. Este tipo de ingresos, al no ser declarados, privan al Estado de recursos necesarios y generan una competencia desleal.

La era digital ha dotado a la Agencia Tributaria de herramientas cada vez más sofisticadas para el cruce masivo de datos, lo que dificulta enormemente que estos ingresos sumergidos pasen desapercibidos de forma indefinida. Hacienda no solo analiza la información proporcionada por las entidades bancarias, sino que también puede contrastarla con declaraciones de terceros, consumos energéticos, o incluso la actividad en plataformas digitales, creando un cerco cada vez más estrecho sobre la economía no declarada. La interconexión de bases de datos permite identificar discrepancias entre los ingresos declarados y el nivel de vida o los movimientos financieros observados.

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