miércoles, 28 mayo 2025

El «Cañón del Colorado» español está en Navarra y puedes recorrerlo a pie o en bici por una vía verde

Hay paisajes que nos parecen sacados de otro continente, formaciones geológicas tan grandiosas que uno no termina de creer que estén aquí mismo, a unas horas en coche. La geografía española, tan rica y variada, guarda sorpresas que a menudo quedan eclipsadas por los destinos más conocidos, pero que rivalizan en espectacularidad con algunos de los enclaves naturales más famosos del mundo. Y sí, aunque suene atrevido, hay un rincón en la provincia de Navarra que a muchos les recuerda, a escala y con su propia personalidad, al mismísimo Cañón del Colorado.

Publicidad

Estamos hablando de la Foz de Lumbier, una impresionante garganta tallada por la persistencia del agua a lo largo de milenios. No es solo la verticalidad de sus paredes o la profundidad del tajo en el terreno lo que la hace especial; es también la forma en que se puede experimentar, la historia que encierra y la vida que bulle en su interior, convirtiéndola en una de esas joyas naturales que te dejan sin aliento y te invitan a una aventura diferente, accesible y profundamente conectada con el entorno. Este lugar mágico, a tiro de piedra de Pamplona, ofrece una experiencia única para quienes buscan desconectar y maravillarse con la fuerza de la naturaleza.

LA ESCULTURA DEL TIEMPO: CÓMO EL IRATI MODELÓ NAVARRA

YouTube video

La Foz de Lumbier no es más que el resultado de la paciente y constante labor erosiva del río Irati a lo largo de millones de años. Imaginemos el escenario: una formación rocosa elevada, un anticlinal, y un río que fluía sobre ella antes de que la elevación fuera tan pronunciada. En lugar de desviarse y rodear el obstáculo, el Irati mantuvo su curso, perseverando en su camino y cortando la roca a medida que el terreno se elevaba, un proceso geológico fascinante conocido como «antecedencia», que demuestra la imparable fuerza del agua cuando actúa a lo largo de eras geológicas en el paisaje de Navarra. Es una lección magistral de cómo la naturaleza es capaz de esculpir el relieve con herramientas tan simples como el agua y el tiempo.

El tipo de roca predominante en esta zona, una caliza dura pero susceptible a la erosión kárstica, facilitó este trabajo de «corte». El río no solo desgastaba la superficie, sino que también actuaba químicamente, disolviendo lentamente la roca y creando oquedades que, con el tiempo, se fueron haciendo más grandes y profundas. El resultado es esta garganta estrecha y profunda, con paredes verticales de hasta 150 metros de altura, una cicatriz espectacular en el terreno que muestra la tenacidad del Irati, un testimonio geológico visible de la profunda conexión entre el agua y la roca que ha configurado buena parte del relieve de Navarra a lo largo de su historia natural. Es una belleza nacida de la paciencia y la fuerza bruta de los elementos.

LA VIA VERDE: UN PASEO POR LA HISTORIA DEL TREN DE IRATI EN NAVARRA

Lo que hace que la Foz de Lumbier sea singularmente accesible y disfrutable es que a través de ella discurre una Vía Verde. Estas rutas aprovechan antiguos trazados ferroviarios que han quedado en desuso, transformándolos en caminos para peatones y ciclistas, respetando la pendiente suave original del tren. En este caso, el camino que serpentea por el fondo de la garganta sigue la plataforma del histórico ferrocarril del Irati, el primer tren eléctrico de la península ibérica, inaugurado a principios del siglo XX para transportar madera y personas desde los bosques del Pirineo navarro hasta Pamplona. Recuperar este trazado para uso recreativo fue una idea brillante que abrió este espectacular paraje a un público mucho más amplio, permitiendo a todos disfrutar de la belleza de Navarra.

Recorrer la Foz por esta Vía Verde es un viaje doble: por el impresionante paisaje natural y por la memoria histórica del transporte en la región. Caminar o pedalear por donde antes circulaba un tren cargado de vida y mercancías añade una capa de significado a la experiencia. La pendiente es prácticamente nula, lo que la hace ideal para cualquier persona, independientemente de su forma física, y para familias con niños. El firme, generalmente de zahorra compactada o asfaltado en algunos tramos, es cómodo para pasear, correr o ir en bicicleta, permitiendo disfrutar del entorno sin las dificultades técnicas de un sendero de montaña convencional, una puerta abierta a la naturaleza más espectacular de Navarra sin grandes esfuerzos. Es una forma inteligente y sostenible de dar una segunda vida a infraestructuras históricas, integrándolas en el ocio al aire libre.

TÚNELES EN LA ROCA: ATRVESANDO LA OSCURIDAD DE NAVARRA

YouTube video

Uno de los elementos más característicos y emocionantes de la Vía Verde de la Foz de Lumbier son sus túneles. El antiguo trazado del ferrocarril tuvo que perforar la roca en dos puntos para sortear las secciones más escarpadas de la garganta. Estos túneles, excavados en la caliza hace más de un siglo, conservan ese aire industrial y aventurero de las antiguas vías férreas. Al entrar en ellos, la luz exterior desaparece abruptamente, sumergiéndonos en una oscuridad fresca y silenciosa que contrasta radicalmente con el brillante paisaje de la foz que acabamos de dejar atrás, una experiencia sensorial única en el corazón de Navarra. Es aconsejable llevar una linterna, aunque en días claros se puede ver el final del túnel más largo.

Publicidad

Atravesar estos pasajes subterráneos es una pequeña aventura en sí misma. El sonido de nuestros pasos o de las ruedas de la bicicleta resuena en la bóveda, creando un eco que amplifica la sensación de estar en un espacio confinado y misterioso. Al salir de cada túnel, la visión de la foz se abre de nuevo ante nosotros, a menudo desde una perspectiva ligeramente diferente, realzando la belleza del desfiladero tras el contraste de la oscuridad. El túnel más largo, de unos 160 metros, tiene una ligera curva que impide ver el final desde la entrada, aumentando la sensación de misterio antes de que la luz vuelva a inundar el camino. Es una parada obligatoria y un momento memorable de la ruta por Navarra.

EL REINO DEL VUELO: AVES EN LAS PAREDES DE NAVARRA

La Foz de Lumbier, con sus imponentes paredes rocosas y su aislamiento relativo del bullicio humano, se ha convertido en un refugio ideal para numerosas especies de aves, especialmente rapaces. Las cornisas y huecos de los acantilados ofrecen lugares perfectos para anidar, y la extensión abierta del cañón es un terreno de caza privilegiado. Es uno de los mejores sitios de Navarra para observar buitres leonados, que planean majestuosamente sobre nuestras cabezas, aprovechando las corrientes térmicas para ganar altura sin esfuerzo. Su presencia añade una dimensión salvaje y espectacular a la visita, recordándonos que este no es solo un paisaje inerte, sino un ecosistema vibrante y lleno de vida que prospera en este rincón protegido, una auténtica catedral natural para las aves rapaces de Navarra.

Además de los buitres, es común avistar otras especies como el alimoche, el halcón peregrino, el águila real e incluso, con suerte, el quebrantahuesos, que ha sido reintroducido en los Pirineos y ocasionalmente visita esta zona. El sonido de los graznidos y silbidos de estas aves, resonando en las paredes de la foz, es parte inseparable de la banda sonora del lugar, creando una atmósfera salvaje y natural que complementa la belleza visual del paisaje rocoso y el curso del río Irati a su paso por Navarra. Para los amantes de la ornitología, la Foz de Lumbier es un destino de primer orden, ofreciendo oportunidades de observación excepcionales a corta distancia y en un entorno inigualable. La paciencia y unos prismáticos pueden revelar momentos inolvidables.

ACCESO Y ENTORNO: MÁS ALLÁ DE LA FOZ EN NAVARRA

YouTube video

Llegar a la Foz de Lumbier es relativamente sencillo. Se encuentra a unos 35 kilómetros al este de Pamplona, bien señalizada desde la carretera principal. Existe un aparcamiento habilitado cerca del inicio de la Vía Verde, lo que facilita el acceso tanto para vehículos privados como, en algunos casos, para autobuses de excursiones. La ruta de la Vía Verde a través de la foz tiene una longitud de aproximadamente 2,6 kilómetros (ida y vuelta), un paseo corto pero intenso en belleza, perfecto para una excursión de medio día que se puede complementar con otras actividades en la zona, haciendo de este punto un excelente ancla para explorar el patrimonio natural y cultural de Navarra. La facilidad de acceso y la corta distancia la hacen ideal para un plan familiar o una escapada rápida desde la capital.

Más allá de la propia foz, el entorno ofrece otros atractivos que merecen ser explorados. Muy cerca se encuentra el pueblo de Lumbier, una localidad con historia y encanto, donde se puede pasear por sus calles, visitar su iglesia o disfrutar de la gastronomía local. Aguas arriba del río Irati, se encuentra la Foz de Arbayún, otra impresionante garganta de dimensiones aún mayores, declarada Reserva Natural, aunque su acceso es menos directo y no cuenta con una Vía Verde que la recorra por el fondo, ofreciendo una perspectiva diferente y complementaria de la impresionante geomorfología que caracteriza esta parte de Navarra, mostrando la diversidad de sus paisajes kársticos. Combinar la visita a la Foz de Lumbier con un recorrido por el pueblo o una mirada desde los miradores de Arbayún permite obtener una visión más completa de la riqueza de la zona y disfrutar plenamente de la experiencia en Navarra. Es un destino que invita a quedarse y explorar con calma.

Publicidad
Publicidad