sábado, 31 mayo 2025

Así funciona la «caja negra» de tu coche que registra todo lo que haces, y que tu seguro podría usar en tu contra

Hoy en día, subirte a un coche es mucho más que simplemente poner las manos al volante y arrancar. Pensamos que controlamos todo lo que ocurre dentro y fuera, pero la realidad es que nuestro coche, ese compañero inseparable de viajes y rutinas, guarda secretos que quizás no imaginamos. Existe, metido en las tripas electrónicas, un testigo silencioso que toma notas sobre cada movimiento, cada acelerón, cada frenada brusca. No habla, pero registra.

Publicidad

Este testigo no es un pasajero más, sino una especie de ‘caja negra’, como las de los aviones, pero a escala automovilística. Registra datos, muchos datos, sobre cómo te comportas al volante y qué ocurre en los momentos críticos. Y lo verdaderamente interesante, o preocupante según se mire, es quién puede acceder a esa información y con qué fines, especialmente cuando hablamos de un siniestro, un suceso inesperado donde la verdad de lo ocurrido puede tener consecuencias importantes para todos los implicados y, sobre todo, para nuestra relación con la compañía de seguros que nos cubre.

4
¿QUIÉN TIENE ACCESO A ESTOS DATOS Y POR QUÉ DE LA CAJA NEGRA DEL COCHE?

Fuente Propia

Aquí es donde la cosa se pone interesante desde una perspectiva legal y de privacidad, y donde la información de tu coche deja de ser solo una cuestión técnica para convertirse en un asunto con implicaciones personales. Tradicionalmente, los primeros en acceder a estos datos eran los equipos de investigación de accidentes de tráfico para fines de seguridad vial y los propios fabricantes de coches. Ellos utilizan la información para entender cómo fallaron (o no) los sistemas de seguridad, para mejorar el diseño de futuros modelos o para reconstruir la secuencia de eventos para informes técnicos y estadísticos, una práctica que ha contribuido enormemente a la mejora de la seguridad vial a lo largo de los años mediante un análisis post-mortem de los siniestros de coche.

Sin embargo, con el paso del tiempo y la creciente digitalización de los vehículos, el acceso a estos datos se ha ampliado de forma significativa. Los tribunales, en el contexto de demandas civiles o investigaciones criminales tras un accidente grave donde determinar la culpabilidad es fundamental, pueden solicitar y obtener la información del EDR como prueba pericial. Y aquí viene la parte que interesa a muchos conductores de coche: las compañías de seguros también están cada vez más interesadas en esta fuente de datos, viéndola como una herramienta potencialmente valiosa y objetiva para verificar las circunstancias de un siniestro, contrastar versiones y determinar responsabilidades en un accidente con un coche implicado.

Publicidad
Publicidad