Los delincuentes han perfeccionado una técnica que permite robar la identidad digital de cualquier persona en cuestión de minutos. El clonado de tarjeta SIM se ha convertido en una de las estafas más sofisticadas y peligrosas del panorama cibernético actual, capaz de vaciar cuentas bancarias y secuestrar identidades digitales sin que la víctima se percate hasta que es demasiado tarde. Este método, conocido técnicamente como SIM Swapping, explota las vulnerabilidades de los sistemas de verificación telefónica que utilizan prácticamente todos los servicios digitales modernos.
La rapidez y el sigilo con que operan estos estafadores convierte este delito en una amenaza invisible que puede golpear a cualquiera. Las víctimas suelen descubrir el fraude cuando intentan acceder a sus aplicaciones bancarias o redes sociales y comprueban que sus números de teléfono ya no funcionan. Para entonces, los criminales ya han tenido tiempo suficiente para acceder a múltiples servicios, realizar transferencias fraudulentas y comprometer la seguridad de datos personales sensibles.
1EL ENGAÑO TELEFÓNICO QUE ABRE TODAS LAS PUERTAS DIGITALES
El SIM Swapping funciona mediante la suplantación de identidad ante las compañías telefónicas para solicitar un duplicado de la tarjeta SIM de la víctima. Los estafadores recopilan previamente información personal a través de redes sociales, filtraciones de datos o ingeniería social para hacerse pasar por el propietario legítimo del número. Contactan con el servicio de atención al cliente de la operadora y argumentan haber perdido o dañado su dispositivo, solicitando la activación de una nueva SIM con el mismo número telefónico.
Una vez conseguido el duplicado, la tarjeta SIM original queda automáticamente desactivada y todos los mensajes y llamadas se redirigen al dispositivo controlado por los delincuentes. Este proceso puede completarse en menos de una hora si los criminales disponen de la información adecuada y encuentran un operador poco riguroso en la verificación de identidad. La víctima no recibe ninguna notificación inmediata del cambio, lo que proporciona una ventana temporal perfecta para el ataque.