jueves, 29 mayo 2025

Madrid guarda un paraíso de montaña, aguas cristalinas y arte monástico, te contamos dónde encontrarlo

Madrid no solo es sinónimo de museos, teatros y asfalto, es mucho más que eso, y la naturaleza de sus alrededores lo demuestra. A menos de dos horas del bullicio de la capital, se esconde un rincón que parece sacado de una postal alpina. Rodeado de montañas, salpicado por arroyos de aguas limpias y con una historia espiritual que remonta siglos atrás, este paraíso natural sorprende a quienes creen que ya lo han visto todo en la Comunidad. Y lo mejor es que no hace falta cruzar media España para encontrar un respiro.

Publicidad

Lo que muchos madrileños no saben es que Madrid custodia uno de sus secretos mejor guardados en forma de pueblo con alma, vegetación desbordante y tradición arquitectónica: Rascafría. Esta joya serrana combina naturaleza y cultura de una manera única. Pasear por sus alrededores es dejarse llevar por el rumor del agua, el crujir de las hojas y el silencio solemne de sus monumentos históricos. En definitiva, es uno de esos lugares donde el tiempo se detiene sin pedir permiso.

1
Un paisaje de montaña, cerca a Madrid, que parece del norte

Fuente: Pexels

Madrid se luce especialmente en esta zona donde la sierra de Guadarrama dibuja un paisaje abrupto, fresco y frondoso que poco tiene que envidiar a los paisajes del norte peninsular. En Rascafría, los pinos, robles y abedules se entremezclan con senderos que atraviesan puentes de piedra y miradores naturales. La ruta hacia las Cascadas del Purgatorio es una de las más transitadas, no solo por su belleza, sino por la sensación de estar en un refugio natural a solo unos kilómetros del estrés capitalino.

La altitud y el clima serrano convierten esta parte de Madrid en un enclave perfecto para escapar del calor veraniego. Aquí se respira otro aire, más puro y más lento. Y para los amantes del senderismo, las opciones se multiplican; podrás encontrar desde rutas familiares hasta trayectos de montaña más exigentes, siempre con la recompensa de vistas que cortan el aliento. Madrid, en esta cara más salvaje y natural, se transforma en un escenario de postal.

Atrás
Publicidad
Publicidad