La sensación de que el ibuprofeno o el paracetamol no surten el efecto esperado es más común de lo que muchas personas imaginan. Los analgésicos parecen funcionar de manera diferente según el sexo del paciente, y la ciencia ha comenzado a desentrañar las razones biológicas que explican esta disparidad tan significativa como sorprendente.
Durante décadas, la medicina ha aplicado dosis estándar sin considerar las diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres. Las investigaciones más recientes revelan que el organismo femenino procesa los medicamentos de forma distinta, lo que podría explicar por qué muchas mujeres experimentan menos alivio con las dosis convencionales de analgésicos comunes.
2LA GRASA CORPORAL ACTÚA COMO RESERVORIO DE FÁRMACOS

La composición corporal representa otro factor crucial que diferencia la respuesta a los analgésicos entre sexos. Las mujeres presentan naturalmente una mayor proporción de tejido adiposo en relación con la masa muscular, lo que tiene consecuencias directas en la distribución de los medicamentos por el organismo.
Muchos analgésicos son liposolubles, lo que significa que tienden a acumularse en el tejido graso. En las mujeres, esta mayor cantidad de grasa corporal puede actuar como un reservorio que retiene parte del medicamento, reduciendo la cantidad disponible para ejercer su acción terapéutica en los sitios donde se necesita el alivio del dolor.