Un batido casero puede ser mucho más que una bebida refrescante para el verano. Si se combinan los ingredientes adecuados, también puede convertirse en un potente aliado contra la retención de líquidos, un problema que afecta a muchas personas y que se manifiesta con hinchazón, pesadez o malestar, especialmente en piernas, tobillos o abdomen. Este malestar, ligado muchas veces a una alimentación rica en sodio, a desequilibrios hormonales o a una vida sedentaria, puede mejorar notablemente con pequeños cambios en la dieta.
La buena noticia es que no es necesario recurrir a soluciones artificiales o costosos suplementos. Un batido casero, preparado con ingredientes naturales y frescos, puede marcar la diferencia si se toma con regularidad. Frutas con alto contenido en agua, verduras con efecto diurético y hierbas que estimulan la función renal son la base de esta receta sencilla pero muy eficaz. Y lo mejor es que su sabor es delicioso y apto para todos los paladares.
2Cómo y cuándo tomarlo para obtener mejores resultados

El batido casero debe tomarse preferiblemente en ayunas, ya que el cuerpo está más receptivo a absorber sus propiedades. Al consumirlo por la mañana, no solo se aprovechan mejor sus efectos diuréticos, sino que además ayuda a comenzar el día con una dosis de hidratación y nutrientes esenciales. También puede tomarse entre comidas, especialmente en los días más calurosos o cuando se haya consumido una comida más salada de lo habitual.
No se trata de una bebida milagrosa, pero con constancia se notan los efectos, como menos hinchazón, mayor ligereza y hasta una mejor digestión. Eso sí, para notar verdaderos beneficios, es fundamental acompañar el consumo del batido casero con una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, y una buena hidratación a lo largo del día. Caminar, evitar el alcohol y reducir la sal también contribuyen a potenciar su efecto.