El verano se acerca y con él llega la eterna pregunta que se hacen miles de españoles cada año: ¿cuál es la mejor forma de ponerse en forma? Entre las modalidades de entrenamiento que más furor causan actualmente, el CrossFit se ha consolidado como una de las opciones más populares, pero no es la única que promete resultados espectaculares. Su competidor directo, Hyrox, ha irrumpido en el panorama fitness nacional con una propuesta que combina carrera y ejercicios funcionales de una manera completamente diferente.
La decisión entre estas dos disciplinas no debería tomarse a la ligera, especialmente cuando el objetivo es lucir el mejor físico posible en los meses de calor. Ambas metodologías tienen sus particularidades, beneficios y desafíos únicos que pueden marcar la diferencia entre alcanzar los resultados deseados o frustrarse en el intento. La clave está en entender qué ofrece cada una y cuál se adapta mejor al perfil, objetivos y circunstancias de cada persona.
3INTENSIDAD, DURACIÓN Y DEMANDAS FÍSICAS ESPECÍFICAS

En términos de intensidad, ambas disciplinas operan en el rango de alta intensidad, pero con enfoques diferentes. Los entrenamientos de CrossFit suelen durar entre 5 y 30 minutos, con picos de intensidad extremadamente altos en períodos cortos. Esta característica mejora significativamente la capacidad anaeróbica y desarrolla una potencia explosiva que se traduce en músculos más definidos y una quema de grasa muy eficiente, ideal para los objetivos veraniegos.
Hyrox, en cambio, tiene una duración más prolongada y constante, oscilando entre 60 y 90 minutos de competición. Esta mayor duración requiere un desarrollo aeróbico más profundo y una resistencia muscular sostenida. Para quienes buscan un físico de verano, esto significa una quema de calorías más prolongada durante el ejercicio, aunque con menor impacto en el metabolismo post-ejercicio comparado con la intensidad explosiva del CrossFit.