Los policías locales de Sant Adrià de Besòs protestan desde hace unos días por varios problemas acumulados a lo largo del tiempo. El sindicato SIP-FEPOL ha remitido un comunicado donde alertan del «gran deterioro del clima laboral en la Policía Local de Sant Adrià de Besòs».
San Adrià de Besòs es una ciudad del área urbana de Barcelona, en la comarca del Barcelonés, que tiene 38.000 habitantes.
Desde SIP-FEPOL, «queremos denunciar públicamente la situación insostenible que se está viviendo en la Policía Local de Sant Adrià de Besòs, provocada por una cadena de decisiones autoritarias, represivas y arbitrarias por parte de la prefectura del cuerpo».
El sindicato explica que todo comenzó con «la incorporación de un comandante en prácticas, actitud que va a generar un fuerte rechazo entre los compañeros. Hasta 15 agentes presentaron informes diferentes denunciando comportamientos inapropiados, algunos de los cuales podrían incluso constituir delito. Como consecuencia se activó el protocolo de acoso laboral y se presentó una denuncia penal por una actuación concreta».
Pero lejos de solventarse de manera justa y responsable, «estos hechos han estado seguidos por una serie de decisiones de la Jefatura que han incrementado la tensión interna y que atentan directamente contra los derechos laborales de los agentes».
Esas decisiones habrían sido a juicio de SIP-FEPOL, «9 cambios de turnos forzosos, en tanto que en Sant Adrià de Besòs se trabaja con turnos fijos. Retirada de la productividad dos compañeros, valorada por el mismo comandante con el que habían tenido conflictos previos. Propuesta de excluir a los sargentos del sistema Q3, con la consiguiente pérdida económica. Modificación del sistema de turnos durante los meses de verano, pasando del modelo 7×7 a un 4×4 de 12 horas, con graves perjuicios, especialmente en horario nocturno».
Además culpan a la alcaldesa de la localidad de inacción y por eso «algunos compañeros decidieron intervenir en los plenos para dar visibilidad a esta situación. Uno de ellos lo hizo el 24 de febrero, después de haber finalizado su período de prácticas -todavía sin evaluar- y después de un segundo pleno celebrado el 31 de marzo, la Jefatura emitió un informe negativo de prácticas con fecha 2 de abril, que se interpreta como una represalia directa».
A esto se le añade la apertura de un expediente disciplinario grave a un agente con 33 años de servicio, «por haber disfrutado de un día de permiso previamente programado que -según la Jefatura- había estado denegado verbalmente solo un día antes, sin dejar constancia formal. Una medida desproporcionada e injustificable que evidencia el uso punitivo del régimen disciplinario».
Debido a la situación, la plantilla de Policía Local ha decidido movilizarse de manera pacífica y continuada. Cada lunes los agentes se concentran en el pleno municipal para reclamar respeto, dignidad y justicia»
Desde SIP-FEPOL manifiestan «nuestro rechazo absoluto a las prácticas represiva y autoritarias que deterioran el clima laboral. Nuestra solidaridad con todos los compañeros afectados por decisiones injustas» y exigen que «el Ayuntamiento intervenga de manera inmediata, investigue los hechos y garanticen los derechos de los trabajadores».
Y añaden su intención de «recurrir todas las sanciones arbitrarias y defender judicialmente a cada compañero atacados. No toleraremos más persecuciones ni abusos de poder. Nos mantendremos movilizado cada lunes, levantando la voz por una policía local digna, profesional y respetada», concluye el comunicado.