A nadie le gusta la incertidumbre que se siente cuando la fecha de la ITV se acerca y queda poco margen de maniobra para ajustar cualquier detalle que pueda dar problemas. Lo que muchos conductores no sospechan, incluso después de años al volante, es que algunos fallos considerados menores en la ITV pueden salirles muy caros, tanto en tiempo como en dinero si no se solucionan a tiempo y la DGT decide intervenir antes.
La palabra clave “ITV” sobrevuela estas semanas en muchas conversaciones, sobre todo cuando surge la típica revisión anual o bienal que no deja respiro a despistados ni rezagados. Resulta sorprendente la cantidad de personas que, confiadas y sin darle importancia, llegan a la estación con alguna luz fundida, creyendo que se trata de un detalle menor que no pondrá en jaque la revisión y terminará siendo solo una anécdota sin trascendencia.
5EL IMPACTO EN LA SEGURIDAD VIAL DE UN FALLO EN LAS LUCES

Al margen de la ITV y las multas de la DGT, el mal estado de las luces es un riesgo real para la seguridad vial, ya que reduce la visibilidad de noche o en condiciones adversas y, sobre todo, impide que el resto de conductores capte las intenciones del vehículo. Una luz de freno que no funciona puede provocar un alcance por despiste, mientras que un intermitente que no avisa multiplica las posibilidades de accidente, todo por un descuido fácilmente evitable.
Tener todas las luces en perfecto estado no debería ser sólo una preocupación para pasar la ITV, sino una costumbre que, además de ahorrarte problemas legales, puede ser vital para evitar un siniestro. Cada año, la DGT lo repite: los fallos de iluminación son una de las principales causas de sanción y motivo suficiente para retirar el vehículo de la circulación, si se considera que hay peligro para los demás usuarios de la vía.