A nadie le gusta la incertidumbre que se siente cuando la fecha de la ITV se acerca y queda poco margen de maniobra para ajustar cualquier detalle que pueda dar problemas. Lo que muchos conductores no sospechan, incluso después de años al volante, es que algunos fallos considerados menores en la ITV pueden salirles muy caros, tanto en tiempo como en dinero si no se solucionan a tiempo y la DGT decide intervenir antes.
La palabra clave “ITV” sobrevuela estas semanas en muchas conversaciones, sobre todo cuando surge la típica revisión anual o bienal que no deja respiro a despistados ni rezagados. Resulta sorprendente la cantidad de personas que, confiadas y sin darle importancia, llegan a la estación con alguna luz fundida, creyendo que se trata de un detalle menor que no pondrá en jaque la revisión y terminará siendo solo una anécdota sin trascendencia.
6SIMPLES TRUCOS PARA NO FALLAR EN LA ITV POR LAS LUCES

No hace falta ser un entendido en mecánica para superar la ITV sin problemas relacionados con las luces. Basta con dedicar unos minutos a comprobar, justo antes de la revisión, que todas las bombillas del coche funcionan correctamente, incluyendo freno, intermitentes, posición y luces de matrícula, ya que cualquier detalle puede marcar la diferencia entre aprobar o tener que volver.
Comprar unas bombillas de repuesto y llevarlas en el coche es la mejor manera de anticiparse a imprevistos, pues así será posible solucionar en el acto cualquier fallo que pueda surgir, sin tener que abandonar la estación o dejar la revisión para otro día. La ITV premia a los conductores previsores y la DGT es estricta cuando detecta cualquier carencia: con las luces no se juega, y la multa puede salir muy cara para quien no está atento.