viernes, 6 junio 2025

Por qué circular con el depósito en reserva puede acabar en sanción según la DGT

Apurar el depósito de combustible hasta límites insospechados es una costumbre más extendida de lo que parece entre los conductores españoles, ya sea por despiste, por intentar encontrar una gasolinera más barata o, simplemente, por una confianza excesiva en esos últimos kilómetros que marca el ordenador de a bordo. Sin embargo, esta práctica aparentemente inocua puede transformarse en un verdadero quebradero de cabeza, especialmente si nos atenemos a las directrices y posibles interpretaciones de la DGT en situaciones límite. Lo que muchos ignoran es que, si bien no existe una multa explícita por conducir con la aguja del combustible tiritando en la zona roja, las consecuencias de quedarse tirado en la carretera sí pueden acarrear sanciones económicas importantes, sobre todo si se compromete la seguridad vial.

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La cuestión no es baladí, pues una detención imprevista, especialmente en vías rápidas como autopistas o autovías, genera un riesgo considerable tanto para el vehículo inmovilizado como para el resto de usuarios de la vía. Imaginen la escena: un coche detenido en el arcén, o peor aún, invadiendo parte de un carril, en un tramo de alta velocidad y con visibilidad reducida. Este escenario es precisamente el que se busca evitar con la normativa vigente, y es aquí donde entra en juego la interpretación de la responsabilidad del conductor por no haber previsto una contingencia tan evitable como es la falta de carburante. El susto, la incomodidad y el peligro son motivos más que suficientes para replantearse esa peligrosa costumbre de flirtear con la reserva.

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¿Y SI ME QUEDO TIRADO? PROTOCOLO DE ACTUACIÓN Y POSIBLES MULTAS ADICIONALES

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Si, a pesar de todas las precauciones, el vehículo se queda inmovilizado por falta de combustible, es fundamental actuar con rapidez y diligencia para minimizar los riesgos. Lo primero es intentar apartar el coche lo máximo posible de la calzada, preferiblemente en el arcén o en una zona segura. Acto seguido, es obligatorio señalizar correctamente la incidencia utilizando los triángulos de preseñalización de peligro o la luz de emergencia V-16, así como ponerse el chaleco reflectante antes de bajar del vehículo, tal y como exige la normativa de la DGT.

Incumplir estas obligaciones de señalización también conlleva sus propias sanciones. No utilizar los triángulos o la luz V-16 puede suponer una multa de 80 euros, mientras que no llevar puesto el chaleco reflectante al transitar por la calzada o el arcén de vías interurbanas se sanciona con 200 euros. Es decir, a la posible multa por la parada indebida se le pueden sumar estas otras por no adoptar las medidas de seguridad pertinentes, convirtiendo un descuido inicial en una cascada de sanciones. La DGT es inflexible con la seguridad vial.

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