Pese al escenario político complejo que atraviesa España, el PSOE conserva un horizonte de optimismo en diversas comunidades autónomas. Pese a los escándalos y encuestas, los socialistsa miran con cautela pero con esperanza las futuras citas electorales. Desde Navarra hasta Madrid, pasando por la Comunidad Valenciana, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Andalucía y Euskadi, los socialistas confían en recuperar terreno, consolidar posiciones o incluso lograr avances significativos.
En Navarra, las encuestas recientes ofrecen al PSOE su mejor pronóstico desde 1991. El desgaste de su socio Geroa Bai ante la posible jubilación de la expresidenta Uxue Barkos han revalorizado su posición en la comunidad. La apuesta por una política moderada y pactista, alineada con el Gobierno central, parece estar calando en una parte del electorado navarro que valora la estabilidad frente a la confrontación partidista.
En la Comunidad Valenciana, el PSOE ve una oportunidad de oro tras la nefasta gestión de la dana realizada por parte del presidente Carlos Mazón (PP). Los socialistas valencianos liderados por Diana Morant consideran que el descontento ciudadano por la falta de previsión y la lentitud en la respuesta institucional puede pasar factura al actual gobierno autonómico. La estrategia del PSOE en esta comunidad pasa por presentarse como la alternativa seria y solvente frente al actual Ejecutivo.
En Cantabria, la jubilación de Miguel Ángel Revilla y la previsible caída del PRC abren una puerta que los socialistas esperan aprovechar para recuperar el segundo puesto en el escenario político regional. Con un PRC debilitado, el PSOE que lidera Pedro Casares aspira a llenar ese vacío con un discurso centrado en el desarrollo económico y la defensa de los servicios públicos.
En Castilla y León, el foco está puesto especialmente en la provincia de Soria, donde Carlos Martínez Mínguez (alcalde de la capital desde 2007 y referente socialista en la región) alimenta sus aspiraciones de victoria en la provincia a costa de la plataforma Soria, ¡Ya!. El edil no ha dudado en cargar contra el presidente Alfonso Fernández Mañueco, a quien ha calificado de «vago y cobarde», en un intento por movilizar a la militancia y marcar distancias con la gestión conservadora.
CATALUÑA O ANDALUCÍA
En Cataluña, Salvador Illa mantiene una línea ascendente tras su apuesta por un giro estratégico hacia el centro, con guiños explícitos al electorado convergente desencantado con Junts. Esta reorientación ha permitido al PSC capitalizar parte del voto moderado, erosionando la base tradicional del independentismo conservador. Los socialistas catalanes se muestran confiados en seguir aumentando su cuota electoral y consolidar un liderazgo que permita influir decisivamente en el futuro de la tierra.
En Andalucía, María Jesús Montero trabaja activamente en una estrategia para reanimar al partido tras los pobres resultados de anteriores convocatorias. El objetivo, en este caso, no es tanto ganar, sino ayudar a romper la mayoría absoluta del presidente Juanma Moreno. Montero apuesta por un discurso centrado en la igualdad, el empleo y la defensa de los servicios públicos, especialmente la sanidad y la educación.
En Euskadi, el secretario general del PSE, Eneko Andueza, cree firmemente que el partido experimentará un repunte a costa del desgaste de los partidos nacionalistas, especialmente de su socio del PNV. El PSOE vasco está reforzando su perfil propio, alejándose de posiciones ambiguas y criticando las recientes declaraciones de tinte xenófobo y clasista del lehendakari Imanol Pradales.
Finalmente, en la Comunidad de Madrid, Óscar López quiere aprovechar el desgaste progresivo de Más Madrid, cuyo fundador Íñigo Errejón ha visto debilitada su figura tras un proceso de ‘carbonización’ política. Con una izquierda madrileña fragmentada, el PSOE trata de recuperar su tradicional hegemonía, presentándose como la fuerza más capaz de articular de presentar alternativa a la polémica Isabel Díaz Ayuso y al menos recuperar la segunda plaza.
En suma, aunque la situación general no es favorable y el desgaste del Gobierno central, en Ferraz siguen viendo ventanas de oportunidad a nivel autonómico. Eso sí, los problemas reputacionales que sufre una persona tan cercana a Pedro Sánchez como Santos Cerdán han sumido la sede socialista en un mar de nervios.
