lunes, 2 junio 2025

El giro en Prisa debilita el control de La Moncloa sobre el relato mediático

Los cambios que ha sufrido el Grupo Prisa a cuenta de la ruptura de complicidades entre su presidente Joseph Oughourlian y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, están provocando un giro significativo en la línea editorial de la compañía.

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Estos movimientos se suman a otros episodios recientes que ya habían puesto en jaque la capacidad del Ejecutivo para marcar la agenda, atada en los últimos días a los controvertidos mensajes de texto del ex ministro José Luis Ábalos y los audios de la militante Leire Díez.

En este contexto, la figura del exsanchista Joseph Oughourlian emerge como decisiva. El capitán del fondo buitre Amber Capital ha mostrado ahora una clara voluntad de tomar las riendas en la orientación del grupo tras años de interesada permisividad.

Este cambio de rumbo tiene un impacto directo en la Cadena SER, puntal ideológico para buena parte de España. Según El Plural, la cúpula de Prisa habría transmitido instrucciones claras a mandos de la casa para que los escándalos vinculados a la polémica presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso no sean destacados en los principales espacios informativos.

Esta decisión refleja un intento de distanciarse del enfoque crítico que, hasta ahora, se había mantenido en relación con el Partido Popular, y que era bien visto por La Moncloa como un apoyo indirecto frente a la oposición.

FRAN LLORENTE

Los mandos de la Cadena SER (que destapó recientemente el contrato del Gobierno español con el estado genocida de Israel) han pasado a manos de Fran Llorente. Este periodista con amplia experiencia y un reconocido perfil progresista tiene un difícil ataque desde la izquierda, ya que fue durante casi 8 años el director de los aplaudidos y premiados Telediarios de TVE durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero.

Entre 2004 y 2012 a Llorente se le aplaudió por su independencia. En esta nueva etapa, Llorente podría mantener el perfil progresista de la SER y volver a apostar por la independencia, en este caso para alegría del tupido bloque antigubernamental.

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¿MÁS CAMBIOS?

Los movimientos internos están generando tensiones dentro del Grupo Prisa. Entre las posibles víctimas de esta reestructuración figura Àngels Barceló. La reina de las mañanas ha contado hasta ahora con la protección de Montserrat Domínguez, anterior directora de Contenidos.

Este proceso de cambios no solo tendrá implicaciones internas en Prisa, sino que también impacta directamente en la capacidad de La Moncloa para gestionar su imagen y controlar la agenda informativa.

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Sánchez antes de una entrevista en ‘Hoy por hoy’. Foto: La Moncloa.

Durante años, el Gobierno de Pedro Sánchez ha contado con un apoyo relativamente constante en unos pocos medios de comunicación, incluyendo algunos de los principales periódicos y emisoras de radio del grupo Prisa.

Sin embargo, estos cambios indican un movimiento hacia posiciones centristas, lo cual podría limitar el margen de maniobra del Ejecutivo para seguir demostrando su contrastada capacidad de influir en la narrativa pública pese a la orientación conservadora del ecosistema mediático español.

FERRAZ CONTIENE LA RESPIRACIÓN

Pese al complicado panorama que sufre la izquierda a nivel global, en amplias capas del PSOE creen que el liderazgo de Pedro Sánchez otorga opciones al progresismo español en 2027 y piensan que sin él las opciones progresistas podrían debilitarse aún más. Este convencimiento se resume en la idea de que «sin Pedro no hay paraíso».

Esta confianza, sin embargo, viene acompañada de preocupación por las tensiones internas dentro del espacio de la izquierda. La guerra abierta entre Sumar y Podemos genera inquietud en las filas socialistas, que temen que este conflicto fraccione al electorado progresista y comprometa seriamente las posibilidades de la izquierda en la triple cita electoral de 2027.

A nivel mediático, el PSOE también muestra inquietud por el futuro del panorama informativo progresista. En particular, hay sospechas de que, si no logran mantener o consolidar el control sobre el Grupo Prisa, la izquierda mediática podría quedar reducida a un erial.

La pérdida de influencia en medios como la Cadena SER y El País, que durante años han sido baluartes de la agenda progresista, pondría en riesgo la capacidad del PSOE para proyectar su mensaje.

Es por ello que en La Moncloa buscan que un inversor se haga con el control de los dos medios. Para ello deberán convencer a Oughourlian, cada vez más mimetizado con su antaño enemigo Juan Luis Cebrián.

El primer director de El País, si no lo impide una oferta teledirigida desde La Moncloa, se reconciliará en público con Prisa con los fastos del 50 aniversario del periódico como telón de fondo.

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