Un hábito tan sencillo como el que se puede incorporar al inicio del día puede marcar una gran diferencia en nuestra salud física y mental. Aunque las rutinas matutinas suelen pasar desapercibidas entre las prisas y obligaciones, los expertos en salud coinciden en que lo que hacemos en los primeros minutos del día puede determinar cómo nos sentimos el resto de la jornada. La ciencia lo respalda, pues no se trata de fórmulas milagrosas ni de modas pasajeras, sino de pequeñas acciones con un impacto real y medible.
Este hábito no requiere grandes esfuerzos ni inversión económica, y aun así los resultados comienzan a notarse en pocos días. Estudios recientes, avalados por universidades europeas y publicaciones médicas de referencia, demuestran que al incluirlo en la rutina matinal se mejoran los niveles de energía, se favorece la concentración y hasta se fortalece el sistema inmunológico. Y lo mejor de todo es que no hace falta esperar semanas para ver sus efectos, basta con un poco de constancia desde el primer día.
2El hábito de estiramiento que activa tu cuerpo

El hábito de dedicar cinco minutos a estirar el cuerpo cada mañana puede prevenir dolores musculares, mejorar la postura y aportar una dosis extra de energía antes de comenzar cualquier actividad. No se trata de una sesión de yoga completa ni de un entrenamiento intenso, sino de movimientos suaves que despiertan los músculos después de horas de inmovilidad.
Diversas investigaciones, como las del ‘American College of Sports Medicine’, indican que los estiramientos matutinos aumentan la circulación sanguínea, reducen el estrés y mejoran el estado de ánimo. Este hábito, cuando se realiza con regularidad, también contribuye a reducir la rigidez muscular y puede ayudar a evitar lesiones, especialmente en personas que pasan muchas horas sentadas o frente al ordenador.