jueves, 5 junio 2025

Descubre la verdad sobre el agua con gas: un médico revela si hidrata igual que la normal y cuál conviene más para tu salud

En un país donde la botella de agua acompaña casi cada momento del día, con agua con gas, desde la comida en casa hasta la terraza veraniega, surge a menudo un debate silencioso, pero persistente sobre cuál es la opción ideal para mantenernos hidratados y, de paso, cuidar nuestra salud. La elección aparentemente simple entre el agua corriente del grifo, el agua embotellada sin más o esa otra variedad que chispea en el paladar, el agua con gas, despierta más preguntas de lo que parece a simple vista, y las respuestas no siempre son tan obvias como podríamos pensar en un primer momento.

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Hay quien la considera un capricho, una alternativa a los refrescos azucarados, y hay quien la ve como un elixir digestivo. Las creencias populares y los mitos rodean a esta bebida burbujeante, generando confusión sobre sus verdaderos efectos en el cuerpo humano y si realmente cumple la función básica de hidratar con la misma eficacia que su hermana sin burbujas. Desentrañar esta incógnita, apoyándonos en lo que la ciencia y los expertos en salud tienen que decir, es crucial para tomar decisiones informadas en nuestro día a día y entender qué vaso nos conviene llenar.

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EL GRAN DUELO: ¿HIDRATA EL AGUA CON GAS TAN BIEN COMO LA NORMAL?

Fuente: Freepik

Una de las dudas más persistentes sobre el agua con gas es si su contenido de burbujas puede mermar su capacidad para hidratar el cuerpo. La lógica intuitiva podría sugerir que, al generar una mayor sensación de saciedad o al provocar eructos, quizás no se consuma la cantidad necesaria o que el propio gas interfiera en la absorción, pero la realidad es que, desde el punto de vista científico, la capacidad de hidratación del agua con gas es prácticamente idéntica a la del agua sin gas para la mayoría de las personas sanas en condiciones normales, y así lo confirman los consensos médicos actuales al abordar la ingesta de agua con gas.

El dióxido de carbono presente en el agua con gas es un gas que se disuelve en el estómago y el intestino delgado, pero una parte importante es rápidamente absorbida en la sangre y transportada a los pulmones para ser exhalada. La cantidad de agua que acompaña a este gas y que llega al sistema digestivo para ser absorbida y distribuida por el cuerpo es la misma que si no llevara burbujas. Por lo tanto, para el propósito fundamental de reponer líquidos y mantener el equilibrio hídrico del organismo, beber agua con gas cumple su función de forma eficaz, equiparándose en este aspecto vital a su versión sin gas, desterrando el mito de que no hidrata correctamente.

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