domingo, 8 junio 2025

Descubrí el truco de los restaurantes para que pidas los platos más caros: Te explico cómo no caer en su «ingeniería de menús

La experiencia culinaria en los restaurantes de nuestro país, lejos de ser una simple transacción gastronómica, es en realidad un intrincado ballet donde cada elemento, desde la música ambiental hasta la disposición de los platos en el menú, está cuidadosamente orquestado para influir en nuestras decisiones. Es una coreografía silenciosa, diseñada no solo para satisfacer el paladar, sino también para guiar la cartera del comensal hacia destinos concretos, a menudo, los más rentables para el establecimiento. Pocas veces nos detenemos a pensar que cada carta que llega a nuestras manos no es un mero listado de opciones, sino un mapa detallado trazado por expertos en psicología del consumo y diseño gráfico, cuyo objetivo es maximizar el gasto medio por cliente sin que este apenas se dé cuenta.

Publicidad

Esta ingeniería invisible de los menús es una práctica extendida, una ciencia sutil que los restaurantes han perfeccionado a lo largo de décadas, convirtiendo la elección de un plato en un ejercicio mucho más complejo de lo que parece. Se emplean tácticas que van desde el uso estratégico de la tipografía hasta la colocación de ciertos precios, pasando por descripciones tan evocadoras que parecen poesía líquida en el paladar, y todo ello con una meta clara: que acabemos pidiendo aquello que nos reportará la mayor satisfacción económica a ellos, no siempre a nosotros. Es hora de desvelar estos trucos, de entender el porqué de cada detalle en esa aparentemente inocente hoja de papel o pantalla digital, y de armarse con el conocimiento necesario para navegar por este laberinto gastronómico con la astucia de un experto comensal, eligiendo siempre lo que de verdad queremos, no lo que nos quieren vender.

5
ARMANDO TU PROPIA ESTRATEGIA: COMER BIEN SIN DEJARTE LA CARTERA EN EL INTENTO

Fuente Pexels

Conociendo ya los secretos de la ingeniería de menús, es posible armar una estrategia personal para disfrutar de la experiencia en los restaurantes sin que nuestra cartera sufra más de lo necesario. Una táctica eficaz es escanear rápidamente la carta completa antes de decidir, observando las categorías y rangos de precios en general, lo que nos permite tener una visión global y no caer en el anclaje del primer precio que veamos. No hay que precipitarse, la prisa es aliada de los trucos psicológicos, así que tomarse unos minutos para una lectura sosegada es siempre lo más recomendable.

Además, es útil identificar los platos más sencillos o «comodín» que suelen tener un precio más ajustado y una calidad constante, ya que a menudo estos son los menos «manipulados» por la ingeniería de menús. Preguntar al personal sobre las recomendaciones «fuera de carta» o por los platos de temporada puede también desvelar opciones de valor que no están bajo la misma presión de venta. Al final, se trata de ser un comensal informado y proactivo, no un mero receptor de ofertas; al desarrollar una conciencia sobre estas tácticas, nos capacitamos para tomar decisiones más inteligentes y disfrutar verdaderamente de la gastronomía, asegurándonos de que cada euro invertido se traduzca en una experiencia placentera y justa para nuestra economía. Con estos conocimientos, el poder vuelve a estar en nuestras manos.

Siguiente
Publicidad
Publicidad