La COVID vuelve a ocupar titulares, y no por una repetición del pasado, sino por la aparición de una nueva variante que preocupa seriamente a los expertos en salud pública. Identificada como NB.1.8.1, esta cepa está causando estragos por su capacidad para eludir parcialmente tanto las vacunas como la inmunidad generada por infecciones anteriores. A pesar del largo recorrido de la pandemia, esta evolución del virus recuerda que la COVID sigue viva y en constante transformación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido la advertencia de que se necesita vigilancia activa y vacunación continua para contener su propagación.
Los síntomas de esta nueva variante son intensos y familiares. Entre ellos pueden aparecer la fiebre elevada, temblores, tos, congestión, dolor de garganta y un estado general de flojera. Aunque puedan parecer efectos comunes, lo preocupante es que afectan incluso a personas que ya estaban vacunadas o habían superado la enfermedad anteriormente. Los casos registrados muestran una duración media de entre tres y cinco días con molestias intensas. Lejos de ser una simple anécdota vírica, la COVID, con esta nueva cepa, vuelve a demostrar que sigue siendo una amenaza seria.
2Este virus ha tomado una ruta silenciosa

La COVID ha encontrado en NB.1.8.1 una vía de expansión global silenciosa pero rápida. Esta variante fue detectada por primera vez el 22 de enero de 2025 en Egipto, Tailandia y las Maldivas. Desde entonces, su presencia ha crecido de forma constante en distintas partes del mundo. Lo más alarmante es que no ha tardado en llegar a Estados Unidos, donde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ya la han localizado en estados clave como Nueva York, California, Arizona, Ohio, Washington y Rhode Island.
El patrón de expansión recuerda a olas anteriores, en donde la COVID muta, se mueve rápido y se cuela en regiones con alta movilidad internacional. Lo que diferencia a esta variante es que su irrupción se da en un contexto de relativa desatención, cuando muchos gobiernos y ciudadanos han relajado las precauciones. NB.1.8.1 parece aprovechar precisamente esa relajación para avanzar con eficacia. La OMS advierte que no es momento de ignorar señales. Aunque los sistemas de salud hayan aprendido mucho desde 2020, las mutaciones del virus siguen presentando desafíos que no deben subestimarse.