La vida moderna ha hecho que muchas personas pasen gran parte de su jornada laboral pegadas a una silla, sin prestar demasiada atención a cómo esto afecta a su bienestar físico. Uno de los principales problemas de este estilo de vida es la lumbalgia, ya que la espalda sufre las consecuencias directas de las malas posturas mantenidas durante horas sin descanso. Si eres de los que teletrabajan o tienes un empleo de oficina, es probable que hayas notado molestias en la zona lumbar, ese dolor punzante que se niega a marcharse y acaba condicionando tu día a día.
No se trata solo de una cuestión de incomodidad. La salud de la espalda es fundamental para mantener la calidad de vida y evitar lesiones más graves a largo plazo. Muchas veces, pequeños errores de postura que parecen insignificantes pueden terminar costando caro, y es por eso que los fisioterapeutas insisten en la importancia de prevenir antes que curar. Descubrir cuáles son las posturas más adecuadas y aplicar algunos consejos ergonómicos puede marcar un antes y un después en la lucha contra el dolor de espalda.
2LAS 4 POSTURAS CLAVE PARA UN DÍA SIN LUMBALGIA

Entre los consejos de ergonomía, los expertos coinciden en que existen cuatro posturas que pueden cambiar radicalmente la salud de la espalda. La primera de ellas es mantener la espalda recta, pegada al respaldo y con la pelvis ligeramente adelantada, algo que a simple vista parece trivial pero que muchos olvidan tras unos minutos de trabajo. Dejar espacio entre el borde de la silla y las corvas favorece la circulación y reduce la presión lumbar.
Otra postura recomendable es la conocida como “posición de 90 grados», en la que las rodillas y las caderas se sitúan en ángulo recto respecto al suelo, permitiendo que la carga se distribuya uniformemente y evitando tensiones innecesarias en la zona baja de la espalda. Apoyar ambos pies firmemente evita cargar el peso sobre un solo lado y también ayuda a prevenir molestias cervicales.