Las compras por internet se han convertido en una costumbre para millones de españoles, ofreciendo comodidad y un catálogo casi infinito al alcance de un clic, pero no todo es un camino de rosas. ¿Quién no se ha encontrado alguna vez con un producto que no cumple las expectativas, una talla incorrecta o, simplemente, ha cambiado de opinión tras recibir el paquete? Es en ese momento cuando surge la temida pregunta: ¿Y ahora qué? La perspectiva de enfrentarse a engorrosos procesos de devolución y, peor aún, a posibles costes adicionales, frena a muchos consumidores, pero la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos recuerda que tenemos derechos.
La clave para navegar estas aguas con éxito y sin que nuestro bolsillo se resienta reside en conocer un «truco» que, en realidad, no es tal, sino un derecho fundamental amparado por la ley. El derecho de desistimiento es esa herramienta poderosa que nos permite devolver la mayoría de las compras online sin tener que dar explicaciones y, fundamentalmente, sin incurrir en gastos de devolución si se actúa correctamente, un conocimiento que transforma la experiencia de comprar por internet y nos empodera como consumidores. Desvelamos cómo ejercerlo eficazmente, siguiendo las pautas de la OCU para que las devoluciones dejen de ser un quebradero de cabeza.
1EL AS EN LA MANGA DEL CONSUMIDOR DIGITAL: EL DERECHO DE DESISTIMIENTO
El derecho de desistimiento es, sin duda, uno de los grandes aliados del consumidor en el vasto universo de las compras por internet. Esta prerrogativa legal, recogida en la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, permite al comprador anular un contrato de compraventa a distancia (como los realizados online) en un plazo determinado sin necesidad de justificar su decisión y, en principio, sin penalización alguna, una salvaguarda esencial que equilibra la balanza ante la imposibilidad de ver y tocar el producto antes de adquirirlo. Es fundamental entender que este derecho no es un capricho, sino una protección diseñada para compensar la falta de contacto físico con el artículo en el momento de la transacción.
La OCU insiste en la importancia de que los consumidores conozcan y ejerzan este derecho, ya que muchas tiendas online, aunque obligadas a informar sobre él, pueden no ponerlo fácil o intentar disuadir al cliente. El plazo general para ejercer el desistimiento es de 14 días naturales desde la recepción del producto, o desde la celebración del contrato si se trata de servicios, un periodo durante el cual podemos examinar el artículo como lo haríamos en una tienda física, pero sin usarlo más allá de esa comprobación. Si la empresa no ha informado correctamente sobre este derecho, el plazo para desistir se amplía a doce meses, un detalle crucial que subraya la necesidad de leer siempre la «letra pequeña».