La vicepresidenta portavoz del Grupo Popular Europeo, Dolors Montserrat, lanzó ayer pistas de como va ir el futuro y la estrategia del Partido Popular en los próximos y vitales meses para su intención de dar una estocada definitiva a Pedro Sánchez y asaltar la Moncloa.
La política catalana desvelo algo que era obvio, el futuro de la estrategia del PP pasa por el modelo madrileño. Un estilo de hacer política creado por Alfonso Serrano, secretario general del Partido Popular de la Comunidad de Madrid y responsable de la organización del XXI Congreso Nacional del Partido Popular, por un lado. Mientras que por el otro está quien lo interpreta, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid.
El binomio ha sido consagrado por los líderes populares y Montserrat ha sido la maestra de ceremonias para remarcar que el camino abierto por los populares madrileños es el modelo a instaurar en España, una catalana testificando a favor de Madrid, nada es casual y todo muy simbólico. En el Hotel Palace de Madrid, en frente del Congreso de los Diputados en una acto apadrinado por el Foro Nueva Economía. Toda una presentación.
Para explicarlo la política catalana enmarcó a Serrano en el complicado y agitado tablero de la política española, «donde la lealtad a las ideas, al equipo y a los ciudadanos se erige como pilar fundamental la figura de Alfonso Serrano«. Un nombre, que según Montserrat, opera desde la discreción, demostrando ser un actor clave en los momentos decisivos, tanto en la victoria como en la adversidad. «Su lealtad no viene en la hoja de afiliación es una forma de entender la política y también la vida», afirmó.
Serrano es descrito como un «aliado que aporta claridad, serenidad y soluciones», un protagonista en la sombra en los éxitos y una pieza fundamental en la dificultad. Artífice de las campañas que llevaron a Díaz Ayuso a sus dos victorias electorales en la Comunidad de Madrid, incluyendo la aplastante mayoría que consolidó su liderazgo. Su influencia trasciende el ámbito regional.
MÁS ALLÁ DE MADRID
Según relató Monserrat, Se le atribuye la labor minuciosa que permitió recuperar el escaño número 16 en Madrid en las elecciones generales, un resultado que, según la narrativa, «obligó a Pedro Sánchez a arrodillarse ante Puigdemont para suplicarle 7 votos y salvar su investidura».
La figura de Serrano también se vincula directamente a la manifestación histórica contra la amnistía de Sánchez, una movilización que inundó las calles de Madrid. Sin embargo, su intervención más trascendente, y quizás la que ha tenido un eco más profundo dentro de las filas populares, fue su petición a la Fiscalía Anticorrupción para investigar irregularidades en contratos estatales durante la pandemia de COVID-19.
Una «intuición» que, sin preverlo, «abriría una caja de Pandora llena de corrupción, vicios, maniobras de poder, comisiones ilegales y toda una red de cargos públicos, miembros del gobierno, traidores, figurantes y montañeros involucrados», enfatizó la política catalana.
CORRUPCIÓN Y «SANCHISMO»
Este fue el génesis del Caso Koldo, que, según afirmó la eurodiputada, ha mutado a lo que ahora se denomina el «Caso Sánchez». La argumentación es clara: «no se trata sólo de una trama de corrupción, es un modelo de poder que usa el Estado para blindarse y destruir al adversario». Este escenario, según Montserrat, exige la movilización de quienes creen en la democracia, pues «el sanchismo debe terminar, por respeto a los ciudadanos, a nuestras empresas y a nuestras instituciones».
La gravedad de la situación se subraya con la advertencia de que «el daño puede ser irreversible». Lo que está en juego, se insiste, no es solo un gobierno, sino «el futuro de nuestra democracia». Se advierte contra la ingenuidad de considerar la libertad como un estado natural, ya que es «frágil y se pierde en el momento que normalizamos el abuso, la impunidad, la corrupción y el sometimiento institucional».
El «sanchismo» se describe como una España de «instituciones colonizadas por títeres y méritos», con una «estructura judicial paralela», un «fiscal general imputado y sumiso» y un «presidente del Constitucional reconvertido en soldado político». Una nación dividida por «muros que separan en buenos y malos», con los cimientos del Estado «al borde de la fractura para mercadear con ellos a cambio de mantener viva su minoría sectaria». En la España de Sánchez se denuncia la invasión de la empresa, la universidad y la vida privada, así como la «censura institucional a la prensa libre» y la injerencia de «mafiosos y fontaneros» en la elección de jueces o directores de prensa. «Todo esto está pasando aquí, no sólo en Venezuela», explica Montserrat.
EL MODELO MADRILEÑO CONTRA PEDRO SÁNCHEZ
En este contexto, desde el PP se encomienda la misión a Alfonso Serrano, con la convicción de que el próximo domingo habrá una movilización masiva en Madrid para alzar la voz contra «esta indecencia que es el sanchismo«. Una voz que se alzará en la Comunidad de Madrid, bajo el liderazgo de la presidenta Ayuso, presentada por la eurodiputada como el contrapunto y el modelo a seguir. Un modelo que «escogió libertad frente al sectarismo, ambición frente a la resignación y futuro frente al pasado».
Madrid se define como una región «libre, ambiciosa, leal y europeísta», un ejemplo de política competitiva e innovadora que «baja impuestos, reduce burocracia, crece en el territorio, en el talento y en la defensa de nuestros sectores, de nuestra familia». Un modelo en el que, según se asegura, «hoy se inspira Europa. Las cifras avalan este éxito, con Madrid presentando las «mejores cifras de crecimiento de España y Europa, mayor estabilidad y un horizonte claro y certero».
Este logro se atribuye al «liderazgo visible e indiscutible de Isabel Díaz Ayuso» y a «liderazgos discretos e imprescindibles como el de Alfonso Serrano». Serrano es reconocido como un «estratega», pero sobre todo como «una persona extraordinaria y un político con condiciones firmes, principios claros y voz propia». Una colección de halagos por parte de Montserrat que presentan las intenciones del PP de imponer el modelo madrileño para derrotar a Sánchez.
Finalmente Montserrat, comentó que es un llamamiento «desde una catalana a un madrileño, de una jefa de campaña a un jefe de campaña, de una secretaria general del Partido Popular Europeo a una secretaria general de Madrid», con la expectativa puesta en que el próximo Congreso Nacional no sea una cita más, sino «el punto de partida de una nueva España, más fuerte, más libre y más europea». Y en esta visión, Alfonso Serrano será la pieza clave que conecte «Madrid, España y Bruselas».
