Si tú necesitas un préstamo, ¡cuidado!, porque el camino hacia la financiación puede estar plagado de trampas que acaben convirtiendo una aparente solución en un auténtico quebradero de cabeza financiero. Muchos consumidores, apremiados por la necesidad o seducidos por ofertas engañosas, cometen errores básicos que les condenan a pagar intereses desorbitados y a soportar condiciones abusivas. Conocer estas equivocaciones comunes es el primer paso para evitarlas y asegurarse de que la búsqueda de liquidez no termine en una deuda impagable.
La diferencia entre una decisión financiera acertada y un desastre económico a menudo reside en la información y la cautela, dos elementos cruciales que demasiadas veces se pasan por alto en el proceso de solicitar crédito. No se trata de ser un experto en finanzas, sino de aplicar el sentido común y dedicar el tiempo necesario a entender lo que se está firmando. El mercado de los préstamos puede ser complejo, pero con las claves adecuadas, es posible navegarlo sin naufragar en el intento.
3COMISIONES Y CLÁUSULAS OCULTAS: EL COSTO INVISIBLE DE NO LEER ANTES DE FIRMAR TU PRÉSTAMO

Otro error garrafal es no leer detenidamente la totalidad del contrato del préstamo antes de firmarlo, prestando especial atención a la temida «letra pequeña». Aquí es donde suelen esconderse comisiones de apertura, de estudio, por amortización anticipada (total o parcial), por reclamación de posiciones deudoras, y otros gastos adicionales, que pueden encarecer notablemente el coste final del producto financiero y limitar tu flexibilidad futura. Lo que en un principio parecía una buena oferta puede convertirse en una pesadilla si no se tienen en cuenta estos costes ocultos.
Además de las comisiones, es crucial entender las condiciones relativas a la amortización del préstamo. ¿Qué penalización existe si decides devolver el dinero antes de tiempo? ¿Hay un mínimo de cuotas que debes cumplir? ¿Qué sucede si te retrasas en un pago? Todas estas preguntas deben tener una respuesta clara antes de comprometerte. No dudes en preguntar al asesor de la entidad cualquier duda que te surja, y si algo no te convence o te parece abusivo, busca otras alternativas.