El estrés se ha convertido en un compañero habitual de nuestras rutinas. Lo sufrimos casi sin darnos cuenta, al revisar el correo electrónico por la mañana, al quedarnos atrapados en el tráfico o al enfrentarnos a una lista interminable de tareas pendientes. A pesar de que nos hemos acostumbrado a vivir con él, su impacto en la salud física y emocional es profundo: dolores musculares, dificultad para dormir, irritabilidad o incluso problemas digestivos. La buena noticia es que hay formas sencillas y eficaces de frenarlo antes de que se descontrole.
Una de las más sorprendentes y efectivas es un ejercicio de respiración que solo toma 60 segundos. Sí, un solo minuto puede marcar la diferencia entre sentirse sobrepasado o volver a tener el control. El método ha sido estudiado y recomendado por psicólogos y expertos en manejo de ansiedad, y lo mejor de todo es que no requiere ningún equipo, ni preparación previa, ni siquiera cambiar de lugar. Solo hace falta detenerse, cerrar los ojos y respirar de una forma específica.
3Incorpora este ejercicio contra el estrés a tu rutina diaria
El estrés no desaparecerá del todo, pero lo que sí podemos hacer es aprender a gestionarlo mejor. Introducir este ejercicio de respiración a lo largo del día, ya sea al despertar, antes de una reunión importante, o incluso justo antes de dormir, puede marcar una gran diferencia. Lo importante es ser constante y convertirlo en un hábito. Al igual que el cuerpo recuerda el ejercicio físico, también memoriza la sensación de calma.
Además, al realizar este ejercicio con frecuencia, el cuerpo empieza a reaccionar con mayor rapidez cada vez que lo hacemos. Es decir, cuanto más lo practiquemos, más eficaz será el efecto en otras ocasiones. El estrés no siempre se puede evitar, pero sí se puede reducir al máximo. A veces, todo lo que se necesita es detenerse un minuto, cerrar los ojos, y respirar.
