El arroz a banda valenciano es mucho más que una receta tradicional; es un homenaje al mar Mediterráneo y a la historia de quienes lo han vivido desde la orilla. Nacido en las cocinas de los pescadores de la costa alicantina, este plato se ideó como una forma de aprovechar el pescado menos vistoso, cocinándolo en un caldo sabroso que luego se utilizaba para preparar el arroz por separado, “a banda” del pescado. Con el paso del tiempo, se ha convertido en un clásico imprescindible de la gastronomía valenciana, capaz de conquistar paladares con su sencillez y profundidad de sabor.
Hoy, con ingredientes accesibles y un poco de dedicación, es posible saborear un auténtico arroz a banda valenciano sin salir de casa. Esta receta, que combina arroz seco, un buen caldo de pescado y un sofrito lleno de carácter, es perfecta para una comida de domingo o una celebración especial. Más que un plato, el arroz a banda valenciano es una experiencia que transporta directamente a la costa levantina con solo un bocado.
1Ingredientes del arroz a banda valenciano

Para preparar un arroz a banda valenciano auténtico, es imprescindible contar con ingredientes frescos y de calidad, sobre todo en lo que respecta al pescado. El caldo es el alma del plato, así que se recomienda elaborarlo con morralla, galeras, cangrejos y cabezas de gambas, además de verduras como puerro, cebolla y tomate. Para el arroz, se utiliza una variedad de grano corto, como el arroz bomba, ideal para absorber todo el sabor del caldo sin pasarse de cocción. A esto se le suma el clásico sofrito mediterráneo con ajo, ñora y tomate triturado, que aporta un toque dulce y tostado característico.
Además del arroz y el caldo, el arroz a banda valenciano suele servirse acompañado de alioli, una emulsión de ajo y aceite que realza los sabores del mar. Aunque hay versiones más sofisticadas con sepia, gambas o calamares, la esencia del plato reside en la intensidad del caldo. No es necesario incorporar demasiados ingredientes en el arroz en sí; al ser un arroz “a banda”, el pescado se sirve aparte o no se presenta en el plato, pero su esencia impregna cada grano.