Las cremas solares son un elemento indispensable en nuestro neceser en cuanto asoman los primeros rayos de sol con cierta intensidad, convirtiéndose en el producto estrella del verano y en un compañero fiel durante todo el año para los más precavidos. Los lineales de supermercados y farmacias se llenan de botes con promesas de protección infalible, factores de protección cada vez más altos y texturas para todos los gustos. Sin embargo, en esta marabunta de opciones, la elección parece infinita, pero una reciente advertencia de una experta farmacéutica ha puesto el foco en un detalle crucial que muchos pasamos por alto, un detalle que podría marcar la diferencia entre una piel protegida y una expuesta a un riesgo innecesario. Una alerta que no distingue entre marcas de lujo o de distribuidor y que se esconde a simple vista en la etiqueta.
La clave no reside en el precio ni en el prestigio de la marca, sino en el lenguaje que utilizan para vendernos sus beneficios. Estamos tan acostumbrados a fijarnos únicamente en el número del SPF que ignoramos el resto de la información, asumiendo que un número alto es sinónimo de protección total. Este consejo no busca generar alarmismo sin fundamento, sino empoderar al consumidor con conocimiento, permitiéndole tomar decisiones informadas lejos de reclamos publicitarios engañosos. Entender qué debemos buscar y, sobre todo, de qué debemos huir, es la verdadera barrera protectora contra el daño solar, un conocimiento que transforma nuestra compra de cremas solares en un acto de salud consciente y no en una lotería cosmética.
1EL MITO DE LA «PANTALLA TOTAL»: ¿POR QUÉ ES UN ENGAÑO?
El término que debería hacer saltar todas nuestras alarmas es «pantalla total» o «bloqueador total». Durante años, estas palabras han sido sinónimo de la máxima seguridad bajo el sol, pero la realidad científica es muy distinta y mucho menos rotunda. Ningún producto cosmético puede bloquear el cien por cien de la radiación ultravioleta, por lo que utilizar estos términos no solo es inexacto, sino también peligroso. Al leer «pantalla total» en el envase de algunas cremas solares, muchos consumidores caen en la trampa de pensar que están invulnerables, lo que les lleva a prolongar la exposición solar de forma peligrosa y a descuidar la reaplicación.
De hecho, la propia legislación cosmética europea ha tomado cartas en el asunto para proteger al consumidor de esta publicidad equívoca. Las autoridades sanitarias europeas, hace ya años, desaconsejaron el uso de estos términos, considerándolos confusos y capaces de crear una falsa sensación de seguridad absoluta. Por ello, si hoy en día nos topamos con un producto que sigue utilizando este reclamo obsoleto, deberíamos desconfiar de inmediato. Es un claro indicativo de que la marca podría estar utilizando estrategias de marketing desactualizadas o, peor aún, intentando dar gato por liebre a los compradores menos informados sobre la materia.