jueves, 3 julio 2025

Alerta de una farmacéutica sobre las cremas solares de supermercado: Jamás compréis una que ponga esto en la etiqueta

Las cremas solares son un elemento indispensable en nuestro neceser en cuanto asoman los primeros rayos de sol con cierta intensidad, convirtiéndose en el producto estrella del verano y en un compañero fiel durante todo el año para los más precavidos. Los lineales de supermercados y farmacias se llenan de botes con promesas de protección infalible, factores de protección cada vez más altos y texturas para todos los gustos. Sin embargo, en esta marabunta de opciones, la elección parece infinita, pero una reciente advertencia de una experta farmacéutica ha puesto el foco en un detalle crucial que muchos pasamos por alto, un detalle que podría marcar la diferencia entre una piel protegida y una expuesta a un riesgo innecesario. Una alerta que no distingue entre marcas de lujo o de distribuidor y que se esconde a simple vista en la etiqueta.

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La clave no reside en el precio ni en el prestigio de la marca, sino en el lenguaje que utilizan para vendernos sus beneficios. Estamos tan acostumbrados a fijarnos únicamente en el número del SPF que ignoramos el resto de la información, asumiendo que un número alto es sinónimo de protección total. Este consejo no busca generar alarmismo sin fundamento, sino empoderar al consumidor con conocimiento, permitiéndole tomar decisiones informadas lejos de reclamos publicitarios engañosos. Entender qué debemos buscar y, sobre todo, de qué debemos huir, es la verdadera barrera protectora contra el daño solar, un conocimiento que transforma nuestra compra de cremas solares en un acto de salud consciente y no en una lotería cosmética.

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EL CÍRCULO UVA Y OTROS SÍMBOLOS QUE SÍ DEBERÍAS BUSCAR EN LA ETIQUETA

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Entonces, si debemos huir de términos como «pantalla total», ¿en qué debemos fijarnos para asegurar una compra correcta? La respuesta es un símbolo pequeño pero increíblemente significativo: las letras «UVA» encerradas dentro de un círculo. Este sello es una garantía regulada a nivel europeo que certifica que la protección frente a la radiación UVA del producto es, como mínimo, un tercio de la protección UVB indicada por el SPF. Por ejemplo, si compramos unas cremas solares con SPF 30, este círculo nos asegura que su protección UVA es de al menos 10, cumpliendo con las recomendaciones de la Comisión Europea para una protección de amplio espectro equilibrada.

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Además del círculo UVA, es fundamental prestar atención a otros indicativos de calidad y seguridad. Busca siempre en el etiquetado que el producto sea «fotoestable», lo que significa que sus filtros no se degradan con la exposición a la luz solar, manteniendo su eficacia durante más tiempo. También es recomendable que sea «resistente al agua» o «muy resistente al agua» (water resistant o very water resistant), aunque esto nunca debe interpretarse como una excusa para no reaplicar el producto, ya que la fricción con la toalla, el sudor y el propio baño reducen considerablemente su permanencia sobre la piel.

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