Ir a Mercadona puede convertirse, en ocasiones, en una auténtica prueba de paciencia, especialmente si no elegimos bien el momento. Las aglomeraciones, las colas interminables y la dificultad para encontrar ciertos productos son situaciones que muchos hemos experimentado. Pero, ¿y si existiera una clave, un pequeño secreto de los que conocen bien los entresijos del supermercado, para evitar los peores momentos? Esa información privilegiada podría transformar nuestra visita semanal de una fuente de estrés a una tarea mucho más llevadera y eficiente, optimizando nuestro tiempo y mejorando la experiencia general al acudir a nuestro Mercadona de confianza.
La sabiduría popular a menudo nos da pistas, pero cuando la información proviene de quien vive el día a día del supermercado, su valor se multiplica. No se trata solo de evitar la multitud, sino también de asegurarse la disponibilidad de los productos más frescos o de no encontrarse con estanterías a medio reponer. Identificar esos ‘puntos rojos’ en el calendario de visitas a Mercadona es más que una simple conveniencia; es una estrategia para optimizar una de las tareas más recurrentes de la vida moderna, un conocimiento que puede marcar la diferencia entre una compra ágil y una odisea entre pasillos.
3EL LUNES NEGRO DE LOS FRESCOS EN MERCADONA: LA NEVERA MEDIO VACÍA
Si el sábado es sinónimo de aglomeración, el lunes a primera hora en Mercadona puede presentar otro tipo de inconveniente, especialmente para los amantes de los productos frescos. Tras el fin de semana, donde la venta de frutas, verduras, carne y pescado suele ser intensa, la reposición completa puede no haberse efectuado todavía en las primeras horas de apertura del lunes. Esto significa que, aunque se eviten las multitudes, uno podría encontrarse con una selección más limitada en estas secciones vitales, lo que puede ser frustrante si se busca variedad o productos muy específicos.
Esta situación se debe a la propia logística de abastecimiento y a los ciclos de frescura que manejan los supermercados. Los camiones de reparto pueden estar en ruta o la mercancía puede estar pendiente de ser colocada en los lineales. Por ello, acudir a primera hora del lunes con la idea de encontrar la máxima frescura y variedad en todas las secciones puede ser contraproducente, llevando a una experiencia de compra menos satisfactoria de lo esperado, especialmente si el objetivo principal son esos productos que requieren una reposición constante y que caracterizan la oferta de Mercadona.
