Morir es un hecho inevitable que aún encierra muchos misterios para la ciencia. A lo largo de la historia, la humanidad ha intentado entender qué ocurre exactamente cuando la vida se detiene, buscando señales físicas, espirituales o energéticas que marquen esa transición. Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Calgary, en colaboración con el Consejo Nacional de Investigación de Canadá, ha revelado un hallazgo inesperado: mientras estamos vivos, nuestros cuerpos emiten un tenue destello que simplemente desaparece al morir.
Este fenómeno, publicado en The Journal of Physical Chemistry Letters, no es un simbolismo ni una metáfora, sino una observación medible. El físico Vahid Salari y su equipo han registrado por primera vez un fenómeno real y observable conocido como emisión ultradébil de fotones (EPU), un tipo de biofotón que se produce en organismos vivos y se extingue tras la muerte. Morir, en términos físicos, también significa dejar de emitir esa luz invisible que nos acompaña silenciosamente durante toda nuestra existencia.
1Morir significa dejar de emitir luz

Morir, en este estudio, no fue abordado desde la abstracción, sino desde la observación rigurosa. El equipo de investigadores quiso comprobar si esta tenue emisión lumínica, presente en células vivas, podía detectarse también en organismos completos. Para ello, trabajaron con ratones y con hojas de dos especies vegetales. Los resultados fueron contundentes, y tanto los animales como las plantas emitían luz mientras estaban vivos, y esta desaparecía en cuanto morían.
El experimento fue meticuloso. Los ratones, vivos, fueron colocados en una cámara oscura donde se les capturaron imágenes durante una hora. Después fueron sacrificados, y se continuó con las mediciones durante otra hora más. Incluso manteniendo la temperatura corporal constante para evitar que el calor afectara los datos, los resultados mostraron una caída abrupta en la emisión de fotones tras morir. Las imágenes recogidas reflejan con claridad la diferencia, es decir, morir se traduce, literalmente, en un apagón.