La reina Letizia vuelve a ser protagonista, esta vez por un movimiento inesperado dentro de su entorno profesional más cercano. La salida de María Dolores Ocaña como jefa de su Secretaría marca el fin de una etapa breve pero intensa en el interior del Palacio de la Zarzuela. La noticia, confirmada el pasado 2 de junio, ha sido oficialmente justificada por motivos personales, aunque diversas fuentes apuntan a tensiones internas como verdadero detonante.
La reina Letizia, conocida por su carácter exigente y detallista en el trabajo institucional, habría encontrado ciertos desacuerdos con Ocaña que, aunque inicialmente menores, se habrían ido acumulando hasta desembocar en una ruptura profesional. El hecho de que la abogada del Estado abandonara su puesto tras poco más de un año ha sorprendido a muchos, sobre todo teniendo en cuenta que su llegada representaba un paso hacia la modernización de la estructura de la Casa Real.
1Una figura clave en la renovación de la Secretaría de la reina Letizia
María Dolores Ocaña fue una elección rompedora en su momento. La reina Letizia apostó por ella en abril de 2024 para dar un giro más técnico y eficiente a su equipo. Ocaña no solo era la primera mujer al frente de la Secretaría, sino también la primera civil, lo que rompía con la tradición militar de quienes habían ocupado el puesto anteriormente. Su perfil discreto y su afinidad con Letizia auguraban una relación laboral sólida.
Durante su etapa en Zarzuela, Ocaña se encargó de coordinar la agenda de la reina Letizia y, en ocasiones, la de la infanta Sofía. Su papel fue esencial en viajes oficiales y en la organización interna de la Secretaría, a pesar de mantenerse alejada del foco mediático. Desde dentro, muchos valoraban su profesionalidad y discreción. Sin embargo, no todo fue armonía, ya que algunas diferencias en el estilo de gestión con la reina habrían empezado a generar tensión entre ambas.
