La reina Letizia vuelve a ser protagonista, esta vez por un movimiento inesperado dentro de su entorno profesional más cercano. La salida de María Dolores Ocaña como jefa de su Secretaría marca el fin de una etapa breve pero intensa en el interior del Palacio de la Zarzuela. La noticia, confirmada el pasado 2 de junio, ha sido oficialmente justificada por motivos personales, aunque diversas fuentes apuntan a tensiones internas como verdadero detonante.
La reina Letizia, conocida por su carácter exigente y detallista en el trabajo institucional, habría encontrado ciertos desacuerdos con Ocaña que, aunque inicialmente menores, se habrían ido acumulando hasta desembocar en una ruptura profesional. El hecho de que la abogada del Estado abandonara su puesto tras poco más de un año ha sorprendido a muchos, sobre todo teniendo en cuenta que su llegada representaba un paso hacia la modernización de la estructura de la Casa Real.
2Las tensiones internas que habrían provocado su salida
Aunque públicamente se habla de motivos personales y familiares, desde Monarquía Confidencial se sugiere que la relación entre la reina Letizia y su secretaria se fue enfriando con el tiempo. Las diferencias, según fuentes cercanas, no eran de fondo político, sino de formas de trabajo, niveles de exigencia y maneras de gestionar los compromisos diarios. Incluso se habla de una “crisis institucional” soterrada que habría desembocado en una dimisión pactada.
La reina Letizia, muy implicada en la selección y supervisión de su equipo, suele mantener un trato cordial pero exigente con sus colaboradores. Aunque se han difundido imágenes que reflejan cercanía, como cuando compartieron paraguas en un acto en Madrid, los rumores apuntan a que esas muestras públicas no reflejaban el clima interno real. En Zarzuela insisten en desmentir cualquier conflicto, pero la coincidencia entre los rumores y la renuncia ha alimentado las especulaciones.
