sábado, 14 junio 2025

La receta de salmorejo cordobés que tu Thermomix borda en 5 minutos. Más fino y cremoso, imposible

La Thermomix se ha convertido en un electrodoméstico casi imprescindible en muchas cocinas españolas, y no es para menos cuando se trata de preparar recetas tradicionales con un toque de modernidad y, sobre todo, con una facilidad pasmosa. El salmorejo cordobés, esa joya de nuestra gastronomía, puede parecer sencillo, pero lograr la textura perfecta, ese equilibrio entre cremosidad y ligereza, tiene su aquel. Muchos se rinden ante la dificultad de conseguir un resultado de restaurante en casa, pero la solución puede estar más cerca de lo que imaginan, justo en su encimera.

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La promesa de un salmorejo sublime, con una finura que acaricia el paladar y una cremosidad que envuelve cada bocado, es una tentación difícil de resistir, especialmente cuando se puede alcanzar en apenas cinco minutos. Olvídese de batidoras que salpican, de texturas que no convencen o de horas perdidas intentando emular la receta de la abuela. Hoy, la tecnología se pone al servicio de la tradición para ofrecer una versión del salmorejo cordobés que no solo respeta su esencia, sino que la eleva a una nueva categoría de perfección, dejando claro que lo imposible, a veces, solo tarda un poco más en llegar o, en este caso, se consigue con el aliado adecuado.

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PASO A PASO CON TU THERMOMIX: LA MAGIA DE CONSEGUIR LA TEXTURA PERFECTA SIN ESFUERZO

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La elaboración del salmorejo cordobés con la Thermomix es un proceso sorprendentemente sencillo y rápido. Comenzaremos por lo básico: trocear los tomates y el diente de ajo, e introducirlos en el vaso junto con el pan previamente humedecido (si es muy duro) o directamente si es tierno. Unos segundos a velocidad progresiva 5-7-10 serán suficientes para obtener una primera trituración. Es en este momento cuando la potencia del robot empieza a demostrar su valía, descomponiendo las estructuras más resistentes de los alimentos sin generar un calor excesivo que pueda alterar los sabores frescos.

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A continuación, con la máquina en marcha a una velocidad media, alrededor de velocidad 4 o 5, iremos añadiendo el aceite de oliva virgen extra en un hilo fino a través del bocal de la tapa. Este paso es crucial para conseguir la emulsión perfecta; la Thermomix facilita enormemente esta tarea, permitiendo que el aceite se integre de manera uniforme y estable, creando esa cremosidad característica. Finalmente, se añade la sal y, si se desea, unas gotas de vinagre, mezclando unos segundos más. El resultado, en apenas cinco minutos de trabajo efectivo del robot, es un salmorejo listo para enfriar y disfrutar, con una textura que muchos describirían como terciopelo líquido.

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