Menorca, esa perla balear que brilla con luz propia en el Mediterráneo, esconde rincones donde el paraíso no exige un desembolso astronómico, desmintiendo la creencia popular de que disfrutar de sus aguas turquesas y arenas blancas es un lujo solo al alcance de unos pocos. Lejos del bullicio y los precios más inflados de los núcleos turísticos más conocidos, existe una Menorca auténtica y accesible, esperando a ser descubierta por aquellos viajeros que buscan una experiencia más genuina y, por qué no decirlo, más amable con el bolsillo. Explorar estos enclaves es sumergirse en la verdadera esencia de la isla.
La clave reside en desviar la mirada de los focos habituales como Ciutadella o Mahón, y aventurarse hacia localidades más pequeñas, pero no por ello menos encantadoras, que sirven de puerta de entrada a calas espectaculares y mucho menos transitadas. En este sentido, pueblos como Es Migjorn Gran se erigen como auténticos tesoros, ofreciendo una combinación perfecta de tranquilidad, belleza natural y, crucialmente, precios más contenidos. Esta alternativa no solo promete un respiro para la cartera, sino también una conexión más íntima con el paisaje y la cultura de Menorca.
4PLANIFICANDO TU AVENTURA ECONÓMICA: CONSEJOS PARA DESCUBRIR ESTA MENORCA DIFERENTE
Organizar una escapada a esta zona de Menorca que no castigue el presupuesto es más sencillo de lo que parece, especialmente si se planifica con cierta antelación y se tienen en cuenta algunos consejos prácticos. Optar por alojamientos en el propio Es Migjorn Gran o en sus alrededores, como casas rurales o apartamentos turísticos gestionados por locales, suele ser más económico que los grandes hoteles de las zonas costeras más demandadas de Menorca, ofreciendo además una experiencia más auténtica.
En cuanto al transporte, alquilar un coche pequeño o una moto puede ser una excelente opción para moverse con libertad y acceder a las calas más recónditas, aunque también existe la posibilidad de utilizar el transporte público para ciertos trayectos, siendo más sostenible. Para las comidas, alternar los restaurantes locales con la compra de productos frescos en los mercados para preparar picnics en la playa, es una estrategia infalible para controlar el gasto sin renunciar a disfrutar de los sabores de Menorca.