Cantabria, esa joya verde y azul del norte de España, guarda entre sus pliegues costeros secretos gastronómicos que desafían la idea de que comer bien es sinónimo de vaciar la cartera. Lejos de los circuitos más trillados y los precios prohibitivos, existen enclaves donde la autenticidad del sabor y la calidez del ambiente se sirven en raciones generosas y asequibles, invitando a una experiencia culinaria memorable. Estos rincones son el verdadero tesoro para el paladar inquieto y el bolsillo consciente, especialmente si buscas el auténtico sabor de Cantabria.
Uno de estos paraísos para el buen yantar económico se encuentra en un pueblo marinero con un encanto especial, un lugar donde el aroma a salitre se mezcla con el bullicio de sus tascas y la promesa de un festín. Hablamos de una localidad vibrante, famosa por un producto estrella que ha cruzado fronteras, pero que ofrece mucho más que su afamada anchoa. Prepararse para descubrir cómo darse un homenaje digno de la realeza con menos de quince euros es posible, y muy recomendable, en esta perla de Cantabria.
3TAPEO REAL SOBRE UN PRESUPUESTO HUMILDE: LA RUTA DEL SABOR EN SANTOÑA
La verdadera magia de comer en Santoña por menos de quince euros reside en su vibrante cultura del tapeo, una costumbre profundamente arraigada que convierte cada bar en una parada obligatoria. La clave está en dejarse llevar por el ambiente, observar qué piden los locales y atreverse a probar diferentes especialidades en pequeñas porciones. Con tres o cuatro tapas bien elegidas y una bebida, es perfectamente factible disfrutar de una comida completa, variada y exquisita sin que la cuenta se dispare.
El truco para no exceder el presupuesto es combinar las famosas anchoas, que pueden tener un precio algo más elevado por su calidad, con otras tapas igualmente deliciosas pero más económicas, como las rabas (calamares fritos), los mejillones en diversas preparaciones, o los pinchos de tortilla. Muchos establecimientos, especialmente los que se alejan un poco de la primera línea del puerto, ofrecen raciones generosas a precios muy competitivos. Explorar estas opciones es fundamental para el viajero que busca lo mejor de Cantabria sin arruinarse.