La alergia puede convertir la primavera en una estación difícil, ya que mientras algunos disfrutan del buen tiempo con alegría, quienes sufren rinitis estacional, conjuntivitis alérgica o fatiga asociada lo viven de otra manera. Las terrazas al sol no se disfrutan igual cuando los estornudos son constantes, los ojos lloran sin parar y el cansancio no se va ni durmiendo diez horas. Lo sabemos muy bien porque cada año vemos a decenas de personas, incluidos amigos y familiares pasar estos meses como si llevaran una gripe interminable.
Frente a esto, la medicina nos da soluciones como los antihistamínicos, pero ¿y si hubiera algo más que pudiéramos hacer desde el plato? Esa fue la pregunta que se le hizo a la nutricionista clínica María Fernanda Contramaestre. Y su respuesta fue que, efectivamente, lo que comes influye, y mucho, en cómo tu cuerpo reacciona frente a la alergia. Una dieta rica en antioxidantes, alimentos antiinflamatorios y con buena hidratación puede no hacer magia, pero sí conseguir que esos días sean menos pesados, menos molestos, y más llevaderos.
3Evita estos alimentos durante los picos de alergia

Así como hay alimentos que alivian, también hay otros que conviene reducir o evitar, al menos durante los momentos más intensos de la alergia. Entre los principales culpables se encuentran el alcohol, especialmente el vino tinto, los quesos curados, los embutidos y ciertos vegetales como el tomate o la berenjena. Aunque no son alérgenos directos, pueden estimular la liberación de histamina o aumentar la inflamación.
Tampoco ayudan los productos ultraprocesados, las frituras y los alimentos con mucho azúcar añadido. “No se trata de vivir a dieta estricta, pero si estás en un brote alérgico, reducir estos alimentos puede darte un gran respiro”, concluye la nutricionista. La alergia no se elimina solo con comida, pero una dieta bien pensada puede ser el mejor complemento para sobrellevarla con menos molestias. Y eso, cuando los estornudos no dan tregua, es más valioso de lo que parece.