Tu factura de la luz esconde un coste oculto que, para la mayoría de los consumidores, pasa completamente desapercibido entre el maremágnum de conceptos y cifras que la componen, pero que influye de manera significativa en el importe final a pagar cada mes. Hablamos de un desembolso fijo que engorda el recibo mes a mes, independientemente de si has consumido mucha o poca electricidad. La buena noticia es que, en muchos casos, este gasto se puede reducir considerablemente con una simple gestión, una llamada que podría aliviar tu bolsillo de forma recurrente.
Este componente de tu factura, a menudo sobredimensionado por desconocimiento o por inercias del pasado, representa una oportunidad de ahorro tangible y constante. No se trata de complicadas estrategias de eficiencia energética ni de cambiar hábitos de consumo drásticamente, aunque eso siempre ayuda, sino de ajustar un parámetro específico de tu contrato eléctrico a tus necesidades reales, una acción que muchas compañías no promocionan activamente pero que es un derecho del consumidor. Descubrir cuál es y cómo optimizarlo puede marcar una diferencia notable.
1EL MISTERIO DE TU FACTURA: DESVELANDO EL VERDADERO ‘COSTE OCULTO’
Ese coste oculto al que nos referimos no es otro que el término de potencia, más conocido como «potencia contratada». Este concepto, que aparece detallado en todas las facturas eléctricas, se refiere a la cantidad máxima de energía que puedes consumir simultáneamente en tu hogar o negocio sin que salte el Interruptor de Control de Potencia (ICP), el antiguo «automático» o «plomos». Se mide en kilovatios (kW) y su precio está regulado por el gobierno, aunque el importe final dependerá de la cantidad de kW que tengas contratados.
La particularidad de la potencia contratada es que se paga un fijo por cada kW, lo uses o no. Es decir, es un coste que abonas por el simple hecho de tener disponible esa capacidad de suministro, una especie de «tarifa plana» por el derecho a conectar tus electrodomésticos. Por lo tanto, si tienes contratada más potencia de la que realmente necesitas, estás pagando un sobrecoste innecesario cada mes, un auténtico coste oculto que se lleva una parte de tu dinero sin que te aporte ningún beneficio real.