Felipe VI ha protagonizado una escena inesperada y cargada de significado este jueves en Madrid. El motivo era el 50º aniversario de la Fundación MAPFRE, un evento con carácter institucional al que el monarca acudía como presidente de honor. Lo que no se esperaba era que el foco del día se lo llevara un gesto entre hermanos: su saludo cercano y afectuoso con la infanta Elena, quien lleva años vinculada a la fundación como directora de Proyectos Sociales y Culturales. La escena se produjo en el emblemático Palacio de Cibeles, y fue captada por las cámaras que no perdieron detalle del breve pero elocuente reencuentro.
Desde el primer momento se notaba que el ambiente era distinto. La infanta Elena llegó sonriente, sabiendo que su hermano también estaría presente. Cuando Felipe VI hizo su entrada, el protocolo se cumplió con naturalidad, pero no por ello se perdió la calidez. Dos besos, una reverencia y una mirada compartida bastaron para dibujar una postal familiar poco habitual. La escena no solo sorprendió por lo inusual de verlos juntos en un acto de este tipo, sino también por el tono relajado con el que ambos interactuaron durante la jornada.
3La agenda intensa de la infanta Elena

La infanta Elena ha vivido unas semanas especialmente activas en lo público. A sus habituales compromisos institucionales en MAPFRE se han sumado apariciones en eventos sociales y culturales, desde la Feria de San Isidro hasta la Feria del Libro, pasando por su viaje a Jerez con su hija Victoria Federica o su escapada a Sanxenxo para acompañar al rey emérito. En todas ellas, ha demostrado que sigue siendo una figura cercana, con un perfil propio dentro de la familia real.
Lo más llamativo es que, a pesar de esa visibilidad, rara vez coincide públicamente con su hermano. La última vez fue en el funeral de su primo Fernando Gómez-Acebo, una ocasión más sobria y formal. El gesto vivido esta semana con Felipe VI, por tanto, adquiere un valor añadido. Se trata de una imagen poco común, pero que muchos interpretan como una señal de estabilidad en los vínculos familiares. Una imagen que, más allá del protocolo, refuerza la idea de que la institución se cuida también en lo personal.