sábado, 14 junio 2025

Si trabajas desde casa, estos son los 5 gastos que te puedes desgravar y que probablemente estás pagando de tu bolsillo

El teletrabajo ha supuesto una revolución en la forma de entender la actividad laboral para muchos españoles, pero también ha traído consigo una nueva realidad en cuanto a los gastos que se asumen directamente desde el hogar. Con la oficina instalada en casa, son varios los costes que antes corrían por cuenta de la empresa y que ahora, en muchos casos, recaen sobre el bolsillo del trabajador, aunque no siempre se es consciente de que una parte de ellos podrían ser deducibles. Conocer estas posibilidades es fundamental para no pagar de más y optimizar la declaración de la renta.

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La Agencia Tributaria contempla ciertos supuestos en los que los trabajadores por cuenta propia, y en algunos casos específicos también los asalariados bajo acuerdos concretos con sus empresas, pueden desgravarse una porción de esos gastos domésticos directamente vinculados a su actividad profesional. Identificar correctamente cuáles son estos desembolsos y cómo justificarlos adecuadamente es el primer paso, para aliviar la carga fiscal y recuperar una parte de lo invertido en el desarrollo del trabajo desde el domicilio particular. Se trata de una información valiosa que puede suponer un ahorro considerable al final del ejercicio fiscal.

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LA LUZ Y EL AGUA TAMBIÉN CUENTAN: LOS SUMINISTROS BÁSICOS EN EL PUNTO DE MIRA FISCAL

Fuente Pexels

Además de la conexión a internet, otros suministros básicos como la electricidad, el agua o el gas son gastos corrientes en cualquier hogar que, cuando se teletrabaja, también se destinan en parte a la actividad profesional. El consumo eléctrico del ordenador, la iluminación de la zona de trabajo o la climatización durante las horas de jornada laboral son ejemplos claros, y estos costes también pueden ser objeto de deducción fiscal para los autónomos bajo ciertos criterios establecidos por Hacienda. Es fundamental entender cómo se calcula la parte deducible para aplicarla correctamente.

Al igual que ocurre con la factura de internet, la deducción de estos suministros se acoge generalmente al mismo porcentaje del 30% sobre la proporción de la vivienda afecta a la actividad, como se mencionó anteriormente. Resulta crucial conservar todas las facturas y, si es posible, llevar un registro del consumo asociado al trabajo, **aunque la normativa actual ha simplificado la justificación al establecer este porcentaje estándar para los *gastos* de suministros**. Esta medida facilita que los autónomos puedan aliviar parte de la carga que supone mantener operativa su «oficina en casa».

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