Alicante no solo es conocida por su animado paseo marítimo, su castillo de Santa Bárbara o sus playas urbanas llenas de vida. A escasos minutos en coche de la ciudad, se encuentra una villa costera que permanece fuera del radar turístico masivo, perfecta para quienes buscan tranquilidad sin renunciar al Mediterráneo. Este rincón alicantino es el lugar ideal para escapar del bullicio sin alejarse demasiado.
Lo que hace especial a esta villa es su equilibrio entre naturaleza, autenticidad y comodidad. Alicante puede presumir de muchas localidades con encanto, pero pocas combinan tan bien el mar, la calma y la esencia mediterránea como este pequeño paraíso. A medida que uno se adentra en sus calles tranquilas y siente la brisa del mar, la desconexión es inevitable, y el sentirse en otro mundo, también.
2Rutas, naturaleza y silencio a pocos pasos de Alicante

Alicante es más que playa, y esta villa lo demuestra. A escasa distancia de su núcleo urbano, hay senderos que serpentean entre pinares y miradores naturales con vistas impresionantes al mar. El sendero de la Illeta dels Banyets, por ejemplo, no solo ofrece paisajes espectaculares, sino también restos arqueológicos que recuerdan la rica historia de la zona.
La tranquilidad es un valor que se respira aquí. A diferencia de otras zonas más turísticas de Alicante, esta villa conserva un ritmo pausado, ideal para practicar yoga al amanecer, leer junto al mar o simplemente contemplar las olas. La conexión con la naturaleza se convierte en parte de la rutina diaria para quienes deciden alojarse, aunque sea por unos días.