En la primavera del año 2019, el empresario andaluz Joaquín Parra desembarcó en el Club Deportivo Badajoz asumiendo una deuda de casi 1 millón de euros y culminando un proceso de transformación en sociedad anónima deportiva donde, a través de su empresa Feverstone, S.A., se hizo con el 99,75% de las acciones del club.
Se iniciaría entonces la etapa más dorada del club, que fue refundado en el año 2012, quedándose a las puertas del ascenso al futbol profesional cayendo derrotado en los playoffs frente a Logroñés, Barcelona B y Amorebieta.
Con Joaquín Parra al mando, entre las temporadas 2019/2020 y 2021/2022, se bate el récord histórico de abonados y se culmina una gesta en la Copa del Rey eliminando a equipos como Las Palmas y Éibar, cayendo eliminado en octavos de final frente al Granada.
El empresario realizó una gran inversión en el estadio Nuevo Vivero, cambiando sus casi 15.000 butacas, reformando la sala de prensa, los vestuarios, la lavandería, las cabinas de prensa, gimnasio, zona de saunas y piscinas, tienda oficial, e incluso, construyendo un gran comedor con cocina.
Todas las aportaciones de Joaquín Parra se compensaron por medio de ampliaciones de capital auditadas e inscritas en el Registro Mercantil de Badajoz, llegando al importe de 4,6 millones de euros, que es, actualmente, el capital social del club. Es decir, accedió a canjear su inversión por nuevas acciones facilitando con ello que el club no se endeudara.
Sin embargo, el sueño de los pacenses pronto se tornaría en pesadilla cuando el 27 de julio de 2021 el presidente del club era detenido y encarcelado provisionalmente en una causa instruida por el Juzgado de Instrucción Nº. 6 de Málaga por un presunto delito fiscal. Toda vez que, a pesar de que se trata simplemente de un presunto delito fiscal, la prisión provisional se prolongó durante meses, en los que el club no tenía capacidad para afrontar las nóminas de sus empleados y los pagos asociados a su actividad.
En ese escenario, se sucedieron graves amenazas y daños en el patrimonio de la familia de Joaquín Parra que le obligaron a vender el club por una cantidad muy inferior a lo invertido. Concretamente por 1,5 millones de euros.
En enero de 2022, Diego García, representante de la empresa Lanuspe, S.L. consigue la aprobación verbal de la familia Parra para la compra del club, toda vez que les hizo creer, según la familia Parra, que el propietario de dicha sociedad era el futbolista internacional David De Gea.
El contrato privado de compraventa que se presentó en el Juzgado no tenía la firma de Joaquín Parra , en su lugar tenía una rúbrica de su esposa que había sido superpuesta en el documento.
La venta fue aprobada por el Juzgado por medio del Auto de 2 de marzo de 2022, que señalaba “que el impago de que cualquiera de las cantidades pactadas por el comprador suponga la resolución del contrato y que vuelva la titularidad de las acciones, representativas del 99,75% del capital social de la sociedad CLUB DEPORTIVO BADAJOZ, S.A.D., al vendedor».

A pesar de ello, dicen fuentes de la familia Parra, se ha incumplido el contrato dado que no se ha pagado la mitad del importe de la compraventa ya vencido. Asimismo, el Auto de autorización judicial de venta a inscripción de unas hipotecas como garantías del precio, y la suscripción de un importante contrato de patrocinio con una empresa de criptomonedas que patrocinaba entonces a un equipo de primera división.
Estas condiciones también habrían sido incumplidas. Ni se han inscrito las granaría hipotecarias, ni llegó al club el sponsor de ninguna empresa de criptomonedas.
Tras la autorización judicial se evidenció que quien estaba tras la mercantil Lanuspe, S.L. era Luis Oliver, viejo conocido en el mundo del futbol por gestionar sin éxito clubes como el Betis, Jerez, Córdoba y Extremadura, entre otros. Tal circunstancia, generó el rechazo de la afición, de la plantilla y trabajadores del club que llegaron a concentrarse en la puerta del Ayuntamiento.
Junto a Luis Oliver, llegarían Teodoro Brea máximo acreedor hoy en el concurso del Club Deportivo Badajoz al igual que lo fuera en el del Córdoba, Nicolás Vállejo-Nájera, «Colate”, conocido de la prensa rosa, María Bernabé, sobrina de Isabel Preysler y actual presidenta del club, Diego García, abogado que aseguró que el Badajoz sería como el Real Madrid, y Javier Peña, un expolítico afiliado al PP.
A pesar de una inhabilitación, Luis Oliver, hizo ilusorio el pronunciamiento judicial encabezando la gestión del club dando ruedas de prensa y entrevistas como administrador y nuevo propietario del club Club Deportivo Badajoz.
Es público y notorio cómo fueron quedando clubes como el Xerez, el Betis, el Córdoba y el Extremadura tras la gestión de Oliver y sus socios, que, en la mayoría de los casos, terminaron rindiendo cuentas de su gestión ante los tribunales penales. A pesar de ello, siguen siendo habituales sus llegadas a clubes humildes que sufren las consecuencias de sus ruinosas gestiones.
CONCURSO DE ACREEDORES
La primera decisión de Lanuspe, S.L. en club fue someterlo al concurso de acreedores, el cual debe empezar a pagarse este mismo año si se quiere evitar la liquidación. En dicho concurso, por dos ocasiones, la Tesorería General de la Seguridad Social ha solicitado, sin éxito hasta ahora, la liquidación del club. Y es pública y notoria la ausencia de convenios singulares ni con la Agencia Tributaria ni con Seguridad Social tras dos años de procedimiento concursal.
Fuentes de la familia Parra apuntan a que Lanuspe S.L. no ha pagado el club, de hecho los únicos abonos a cuenta realizados han sido ejecutados por terceros, Promociones Inmobiliarias Peña Salada SL y una mercantil de unos inversores mejicanos, Grupo Andimi S.L.
CAMBIO DE CERRADURAS
La familia Parra denunció el cambio de cerraduras de una las instalaciones municipales más emblemáticas de la ciudad de Badajoz, que se produjo a pesar de la oposición del grupo mejicano. Y no sólo eso, sino que fue retransmitido en directo por un comocido periodista y YouTuber de Badajoz.
Si ya es llamativo que Lanuspe, S.L., ante lo que consideraba un incumplimiento del acuerdo de compraventa de las acciones del club, decidiese ocupar nuevamente el estadio Municipal Nuevo Vivero, más extraño es el hecho de que el Ayuntamiento no pidiera ni diera explicación alguna sobre lo sucedido.
No en vano, el actual director general del club, Javier Peña, es miembro del partido que gobierna el Ayuntamiento de Badajoz, habiendo concurrido a las elecciones municipales de su pueblo (Herrera del Duque) por el Partido Popular.
Recientemente, los mejicanos han denunciado ante el Juzgado de Málaga que habrían abonado más de 2 millones de euros a la familia Oliver y a su socio Agapito Iglesias.
Con todo lo anterior, el rendimiento deportivo de este club de futbol, ha pasado a un segundo plano, máxime cuando lo más destacado de la gestión de Lanuspe, S.L., ha sido la celebración de una fiesta en el estadio municipal Nuevo Vivero con la presencia del ex banquero Mario Conde que impartió una charla sobre criptomonedas.
Desde la llegada de Luis Olive y sus socios, el Badajoz ha descendido dos categorías, encontrándose actualmente, en tercera RFEF, la quinta categoría del fútbol nacional. Se trata de una categoría que limita considerablemente la consecución de ingresos que permitan afrontar el concurso que tienen que empezar a liquidarse antes de final de año.
Además, se ha publicado la suspensión de los derechos federativos del club por parte de la FIFA, lo que impediría, en caso de impago de las sanciones impuestas, la inscripción del club en la competición y el fichaje de jugadores.
Durante este tiempo, Joaquín Parra ha anunciado su propósito de recuperar el club. Afirma que debe hacerlo por medio de los tribunales, con el retraso temporal que ello supone, dado que a él no le permitiría el Ayuntamiento cambiar las cerraduras del estadio para ocuparlo.
De hecho, Joaquín Parra ha solicitado formalmente una entrevista con el alcalde de Badajoz Ignacio Gragera, concretamente el 14 de mayo de este año, sin que hasta la fecha haya obtenido respuesta alguna por parte del consistorio.
En el próximo mes de julio, Joaquín Parra va a sentar en el banquillo de los acusados al primer presidente que nombró Luis Oliver a su llegada, el abogado pacense Luis Díaz-Ambrona al que se le imputa un delito de calumnias por haber faltado a la verdad en un comunicado oficial del club que acusaba a Parra de haberse quedado con la recaudación de una taquilla. La indemnización solicitada al expresidente por dañar la imagen de Parra asciende a medio millón de euros.