miércoles, 25 junio 2025

Si la batería de tu móvil dura un suspiro, la culpa la tiene una de estas 3 aplicaciones que seguro tienes instalada

La batería de tu móvil durando apenas unas horas es unó de esos quebraderos de cabeza modernos que nos sacan de quicio. Sales con el cien por cien y antes de que te des cuenta, el porcentaje se desploma a una velocidad de vértigo, dejándote colgado justo cuando más lo necesitas. Esa frustración, esa búsqueda desesperada de un enchufe, nos resulta ya demasiado familiar en nuestro día a día conectado.

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Parece una maldición digital, un fallo inherente del dispositivo que se deteriora inexorablemente con el paso del tiempo y el uso continuado, llevándonos a pensar que la única solución viable es cambiar de terminal o resignarnos a vivir atados a un cable. Sin embargo, no siempre es culpa del hardware envejecido, o del simple paso del tiempo en sí mismo, que evidentemente tiene su efecto. El verdadero villano a menudo se esconde a plena vista en la pantalla de inicio, instalado en tu propio dispositivo, trabajando en la sombra sin descanso para agotar cada gota de energía disponible de forma silenciosa e insidiosa, dejando la batería de tu móvil exhausta sin que hagas un uso particularmente intensivo en ese instante preciso que te está fallando.

Esa sensación de pánico al ver el indicador en rojo, o la frustración de tener que cargar el teléfono varias veces al día, es algo que muchos vivimos a diario, aceptándolo como una realidad ineludible de la tecnología actual. Podríamos pensar que es la obsolescencia programada, que nuestro teléfono se ha quedado viejo o que simplemente los fabricantes no saben hacer baterías duraderas, pero la realidad suele ser bastante más simple y, a la vez, más insidiosa de lo que imaginamos en un primer momento. Hay aplicaciones, de esas que usas sin pensarlo porque son parte de tu rutina, o que simplemente tienes instaladas en tu dispositivo porque vinieron preconfiguradas o las descargaste hace tiempo y se quedaron ahí, consumiendo energía sin piedad en un segundo plano discreto pero constante. Y lo peor es que, probablemente, una de las culpables principales, responsable directa de que la batería de tu móvil no llegue ni a la hora de comer, está ahora mismo en tu pantalla principal, esperando a ser usada o, peor aún, trabajando en silencio sin que te des cuenta de su actividad frenética. El saber identificar estas apps es el primer paso para recuperar algo de autonomía.

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UN SUSPIRO DIGITAL: LA REALIDAD DEL CONSUMO MODERNO

Fuente: Freepik

Al final del día, debemos reconocer que estas aplicaciones, a pesar de su voraz consumo energético, nos ofrecen un valor enorme y tangible en nuestra vida, conectándonos con el mundo, informándonos al instante, facilitándonos gestiones y resolviendo problemas cotidianos de maneras que hace apenas una década eran impensables o requerían otros dispositivos. Asumimos su consumo energético elevado como parte del trato, una especie de peaje por la comodidad y las funcionalidades que nos brindan sin esfuerzo aparente. Sin embargo, el truco para salvaguardar la vida útil de la batería de tu móvil, o al menos para estirar su autonomía lo máximo posible dentro de lo razonable, no siempre pasa por la drástica decisión de desinstalarlas por completo, ya que son apps que necesitamos o queremos usar a diario. Pasa más bien por entender cómo funcionan por dentro, qué demandan constantemente del hardware y del sistema, y cómo podemos gestionar mejor esos permisos y usos en segundo plano que son los verdaderos culpables del agotamiento acelerado. Es una relación de amor-odio que parece que tendremos que gestionar de forma continua con nuestros dispositivos, una especie de equilibrio digital delicado.

La batalla por conseguir una mayor autonomía en nuestros smartphones es una constante en el desarrollo tecnológico, una carrera sin fin entre los ingenieros de hardware que buscan mejorar las celdas de las baterías y los desarrolladores de software que optimizan el código para consumir menos recursos. Pero mientras esa mejora definitiva llega (si es que llega algún día de forma generalizada), saber identificar a los principales culpables de ese suspiro de vida que le queda a tu dispositivo al final del día, o de esa caída en picado del porcentaje de carga a mitad de jornada, es el primer y más importante paso para recuperar un mínimo de control sobre la situación y dejar de sentirte rehén del enchufe más cercano. La próxima vez que veas el porcentaje de tu teléfono caer en picado de forma inexplicable, piensa en esas tres categorías de aplicaciones (redes sociales, localización y procesos en segundo plano) que, sin darte cuenta, podrían estar saboteando la longevidad de la batería de tu móvil y tu tranquilidad diaria. El conocimiento es poder, también en esto tan mundano como la carga de nuestro teléfono.

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