domingo, 15 junio 2025

Gaspar Llamazares cierra su carrera política como sostén del PP en Oviedo

Gaspar Llamazares ha decidido cerrar su carrera política de la forma más paradójica posible: aliándose con el Partido Popular en el Ayuntamiento de Oviedo. Lo que sus escasos defensores califican como un «pacto histórico», muchos lo interpretan como la consumación de una trayectoria marcada por virajes oportunistas y contradicciones ideológicas.

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Llamazares inició su carrera en Izquierda Unida (IU), donde llegó a liderar el partido a nivel estatal y fue durante años uno de sus rostros más visibles. Ya en 1995, IU permitió al PP alcanzar el poder en Asturias al abstenerse en la investidura de Sergio Marqués, en un episodio conocido como «la pinza».

Esta maniobra benefició claramente a la derecha en una comunidad históricamente socialista. Posteriormente, se hizo con el liderazgo en IU a nivel estatal y lo llevó a sus peores resultados, tanto en 2004 como en 2008.

Tras amargar varias veces con dejar la política, en 2015 reapareció en el Parlamento de Asturias y 2019 protagonizó un nuevo fracaso con Baltasar Garzón en el proyecto Actúa, que no logró conectar con el electorado progresista.

Aquel mismo año, dejó la militancia de IU tras evidenciarse que trabajaba en favor de otro proyecto, Actúa.

DISCRETO LIDERAZGO NACIONAL

Gaspar Llamazares fue coordinador federal de Izquierda Unida (IU) entre 2000 y 2008, un periodo marcado por el declive electoral de la coalición y por tensiones internas constantes. Llegó al liderazgo tras la dimisión de Francisco Frutos, con el reto de modernizar IU y acercarla a nuevos sectores sociales, pero su gestión no logró revertir la pérdida de apoyo ni resolver las divisiones entre las diferentes corrientes del partido.

Llamazares Moncloa
Gaspar Llamazares. Foto: Europa Press.

Durante su mandato, IU sufrió su mayor retroceso electoral: pasó de tener 8 diputados en el Congreso en 2000 a solo 2 en 2008, rozando la desaparición parlamentaria. Pese a sus intentos de renovar IU y construir un discurso más transversal, no consiguió conectar con el nuevo electorado joven ni con los movimientos sociales emergentes.

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Su etapa como líder se cerró entre críticas por haber dejado a IU sin proyecto político claro ni rumbo estratégico.

VUELTA AL RUEDO EN SU TIERRA

En 2023, Llamazares reapareció en la política local como cabeza visible de la coalición Convocatoria por Oviedo (integrada por IU, Más País e Izquierda Asturiana), que logró tres concejales. Este resultado lo situó como actor clave en la gobernabilidad municipal. Pocos meses después, en diciembre de 2024, formalizó un acuerdo con el alcalde del PP, Alfredo Canteli, conocido por declaraciones polémicas que vinculan la violencia machista con la inmigración.

El pacto, más allá de las medidas sociales que contempla, ha sido visto por amplios sectores de la izquierda como un acto de claudicación ideológica. Para muchos, representa el abandono explícito de principios fundamentales a cambio de un lugar en el tablero institucional. Llamazares ha defendido el acuerdo con una retórica tecnocrática, apelando a la «política útil» y a la necesidad de desbloquear proyectos municipales.

Sin embargo, sus críticas consideran que esa «utilida» ha servido para blanquear la gestión del PP y dar oxígeno político a un alcalde que ha sido duramente cuestionado por su talante bronco.

LEGADO CON MÁS SOMBRAS QUE LUCES

El legado de Gaspar Llamazares deja más interrogantes que certezas. Su habilidad para reinventarse políticamente y su disposición a pactar con fuerzas de signo opuesto han generado admiración en algunos círculos, pero también un fuerte rechazo en amplios sectores de la izquierda.

Tras su forzosa salida de IU y años lanzando desprecios a Podemos desde el plató de ‘Al rojo vivo’ de Antonio García Ferreras, Llamazares se ha ganado multitud de enemigos en el espectro ideológico en el que está situado.

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