Valencia no deja de asombrar a quienes buscan algo más que playas y paella. A menos de dos horas del bullicio urbano, la Comunidad Valenciana esconde una joya natural que cada vez gana más popularidad entre los amantes del senderismo y la aventura: el paraje de los puentes colgantes de Chulilla. Esta maravilla natural, ubicada en la comarca de Los Serranos, ofrece un recorrido fascinante entre cañones esculpidos por el río Turia y desfiladeros que cortan el aliento.
Este enclave no solo se ha convertido en un lugar de peregrinación para excursionistas, sino también en un espacio ideal para quienes buscan reconectar con la naturaleza. Valencia, gracias a su diversidad geográfica, permite que en un solo día se pueda pasar del casco histórico a un paisaje de vértigo, donde el silencio solo lo rompen las aves rapaces que sobrevuelan los acantilados. Y lo mejor es que no hay necesidad de salir de la provincia.
1Una experiencia que nadie olvida en Valencia

Valencia guarda uno de los recorridos más espectaculares de todo el levante español en la Ruta de los Puentes Colgantes. Esta senda, perfectamente señalizada, discurre por un cañón de paredes verticales que alcanzan hasta los 80 metros de altura. Dos puentes colgantes permiten atravesar el desfiladero suspendido sobre el río Turia, ofreciendo vistas tan impresionantes como emocionantes.
Caminar sobre estas estructuras, que se balancean ligeramente con el paso, añade una dosis de adrenalina al paseo. Aunque no es necesario ser un experto montañero, sí se recomienda tener una mínima condición física, especialmente si se quiere completar el recorrido completo. Aun así, muchas familias con niños también disfrutan del trayecto, especialmente en los meses de primavera y otoño, cuando el clima acompaña.