martes, 17 junio 2025

¿Cortas tus pastillas? Los farmacéuticos desvelan el riesgo que nadie te cuenta.

La práctica de cortar o triturar pastillas es sorprendentemente común en los hogares españoles, un gesto que muchos consideran inofensivo o una simple comodidad para facilitar la ingesta. Sin embargo, lo que la mayoría desconoce son los riesgos ocultos que esta manipulación implica, advertencias que los farmacéuticos llevan tiempo transmitiendo desde sus boticas. Esta costumbre, aparentemente trivial, puede alterar drásticamente la forma en que el medicamento actúa en nuestro cuerpo, poniendo en peligro la eficacia del tratamiento y, lo que es más preocupante, nuestra salud.

Publicidad

Detrás de cada pastilla hay un diseño farmacéutico complejo, pensado para liberar el principio activo de una manera específica y en un lugar determinado del organismo. Romper esa estructura, aunque parezca una solución práctica para quienes tienen dificultades para tragar, puede desbaratar por completo la absorción y distribución del fármaco. Los profesionales de la salud, especialmente los farmacéuticos, insisten en la importancia de respetar la forma farmacéutica original, un detalle crucial que, lamentablemente, a menudo pasa desapercibido para el paciente.

5
ALTERNATIVAS Y EL CONSEJO INFALIBLE DEL PROFESIONAL

YouTube video

Ante la dificultad para tragar una pastilla o la necesidad de ajustar una dosis, la solución nunca debe ser la auto-manipulación del medicamento. Antes de recurrir a cortar o triturar, lo primero y más importante es consultar a un profesional de la salud. El médico que prescribe el medicamento puede considerar alternativas de presentación, como jarabes, soluciones, gotas o comprimidos bucodispersables, que existen precisamente para facilitar la administración en pacientes con problemas de deglución, una opción segura y validada.

Y aquí entra en juego la figura fundamental del farmacéutico. Es el experto en medicamentos por excelencia y el profesional de la salud más accesible. Ante cualquier duda sobre cómo tomar una medicación, si se puede partir, si hay una alternativa más fácil de tragar o cómo ajustar una dosis si así lo ha indicado el médico, el farmacéutico en la botica es quien mejor puede asesorar. Ellos conocen las formulaciones, los riesgos de manipularlas y las opciones disponibles, ofreciendo un consejo personalizado que garantiza la seguridad y la efectividad del tratamiento, información crucial que a menudo se subestima y que los farmacéuticos siempre están dispuestos a compartir con sus pacientes. La confianza en el profesional sanitario es clave; romper una pastilla sin consultar es, a menudo, romperse a uno mismo la posibilidad de que el medicamento funcione como debe.

Siguiente
Publicidad
Publicidad