martes, 17 junio 2025

Tu freidora de aire está acumulando grasa en un sitio que no ves. Así puedes limpiarla para que no se estropee ni se prenda fuego

Tu freidora de aire se ha convertido, casi sin darnos cuenta, en una aliada indispensable en muchas cocinas españolas, prometiendo platos crujientes con mucha menos grasa que las frituras tradicionales. Este electrodoméstico, que funciona más como un pequeño horno de convección de alta potencia, ha revolucionado la forma en que preparamos desde patatas hasta alitas de pollo. Sin embargo, detrás de esa fachada de modernidad y cocina saludable, se esconde un secreto a voces, o más bien, un rincón oscuro que muchos usuarios pasan por alto y que puede albergar una cantidad sorprendente de suciedad acumulada.

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Esa grasa invisible, esa mugre que no salta a la vista en la limpieza rutinaria de la cesta y la cubeta, puede estar convirtiendo tu eficiente aparato en una fuente de problemas, desde malos olores que impregnan tus comidas hasta un deterioro prematuro del dispositivo e incluso, en casos extremos, un riesgo real de incendio. Ignorar este rincón olvidado no solo compromete la higiene y el sabor de tus elaboraciones, sino también la seguridad de tu hogar. Es hora de enfrentarse a esa suciedad oculta y devolverle a tu freidora su esplendor y funcionalidad óptimos.

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LA LIMPIEZA PROFUNDA PASO A PASO: TU FREIDORA DE AIRE COMO NUEVA

Fuente Freepik

Para limpiar la resistencia y el ventilador, que suelen ser las partes más complicadas, muchas veces es útil darle la vuelta a la freidora de aire (siempre con cuidado y asegurándote de que no caigan piezas sueltas), lo que te permitirá un mejor acceso y visibilidad a esta zona superior interna. Humedece un paño en tu solución limpiadora, escúrrelo bien para que no gotee, y frota con suavidad la resistencia y las aspas del ventilador. Para la grasa más adherida, puedes ayudarte del cepillo de dientes humedecido en la solución, trabajando con delicadeza.

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Con la parte superior ya reluciente, no olvides el resto del interior de tu freidora de aire; utiliza el paño húmedo para limpiar las paredes internas, las guías de la cesta y cualquier otro rincón donde pueda haber suciedad, insistiendo en las áreas donde veas acumulación de grasa pero siempre evitando que el agua entre en contacto directo con componentes eléctricos sensibles. Una vez todo limpio, pasa un paño limpio y húmedo solo con agua para retirar restos de jabón o vinagre, y finalmente seca todo a conciencia con un paño seco o dejando la puerta abierta un tiempo antes de volver a utilizarla.

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