lunes, 16 junio 2025

El plan de Sánchez para llegar a 2031: renovación, economía y debilidades del PP

Pedro Sánchez atraviesa uno de los episodios más delicados de su carrera política tras la presunta implicación de Santos Cerdán en una trama de corrupción. Lejos de optar por una retirada o anticipar elecciones, el presidente ha decidido resistir, reforzar su liderazgo, reorganizar las estructuras del partido para encarar una nueva etapa.

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Como parte de esta estrategia, ha anunciado una auditoría independiente del funcionamiento del PSOE y una profunda renovación de la Ejecutiva Federal, con el objetivo de recuperar la credibilidad del partido.

El mensaje de Sánchez es claro: asume el coste político sin rehuir responsabilidades, pero sin ceder el timón. En plena legislatura y con la estabilidad parlamentaria aún en pie, su movimiento busca contener los daños y enviar una señal de renovación y compromiso ético, en un contexto especialmente delicado para la izquierda española.

LA ECONOMÍA AMORTIGUA LA SITUACIÓN

Uno de los grandes pilares del discurso de resistencia de Pedro Sánchez se encuentra en el terreno económico. A pesar del desgaste político por el caso Cerdán, la coyuntura macroeconómica favorece al Ejecutivo.

En 2024, la economía española experimentó un crecimiento del 3,3%, superando las previsiones tanto internas como europeas. En este sentido, Sánchez ha puesto en valor que el dinamismo del PIB español no es fruto de ciclos especulativos, sino de una recuperación sostenida basada en la inversión pública, la modernización del tejido productivo y la ejecución de los fondos europeos del programa Next Generation.

El mercado laboral también ofrece datos alentadores. El desempleo cayó a mínimos no vistos en casi dos décadas. Este escenario ha permitido a Sánchez hablar de «una España que avanza» y reafirmar su apuesta por lograr el pleno empleo antes de que concluya la legislatura, en 2027.

Estas cifras le permiten al presidente responder con firmeza a las críticas de la oposición, reafirmando su gestión en un momento en que la estabilidad económica se percibe como un bien preciado.

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LOS PUNTOS DÉBILES DEL PP

Pese al escándalo que afecta al entorno cercano de Sánchez, el Partido Popular no parece estar en condiciones de aprovechar plenamente la crisis del PSOE. Alberto Núñez Feijóo ha rechazado por el momento promover una moción de censura, aduciendo que una iniciativa de ese tipo, mal calculada, podría terminar reforzando la posición del presidente.

Feijoo Moncloa
Alberto Núñez Feijóo. Foto: Europa Press.

En su lugar, ha optado por una estrategia de desgaste parlamentario y presión política sobre los socios del Gobierno, a quienes ha pedido que retiren su apoyo. Sin embargo, esta táctica no ha logrado un efecto inmediato ni una ruptura del bloque de investidura.

El principal escollo de Feijóo reside en la propia debilidad interna del PP, acentuada por las crisis de sus referentes territoriales. Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, ha quedado carbonizado tras la tragedia de la dana de 2024, que dejó más de 200 víctimas mortales.

Se le acusa de haber gestionado mal la emergencia y de haber estado ausente en los momentos más críticos. La presión social y política ha ido en aumento, con manifestaciones y demandas de dimisión que generan incomodidad dentro del partido.

En Madrid, Isabel Díaz Ayuso sigue siendo una figura fuerte pero también una fuente de controversia. Las investigaciones sobre la gestión de las residencias de mayores durante la pandemia, por los llamados protocolos de la vergüenza, así como el escándalo que afecta a su pareja por fraude fiscal, siguen generando titulares incómodos.

Estas situaciones dificultan al PP construir una narrativa creíble de regeneración frente a la crisis del PSOE. Por su parte, el liderazgo de Feijóo se percibe en amplios sectores de la derecha como poco resolutivo, lo que limita su capacidad para consolidar una alternativa inmediata al Gobierno.

Pese a la tormenta política, Sánchez añade votos al PSOE y Núñez Feijóo posiblemente se los quita al PP, que podría lograr mejores resultados municipales y autonómicos que estatales.

HOJA DE RUTA

La respuesta de Pedro Sánchez ha sido combinar una lectura realista del momento político con una clara intención de supervivencia institucional. Al asumir el coste político del caso Cerdán y anunciar medidas concretas como la auditoría externa y la remodelación del partido, busca enviar un mensaje de firmeza y transparencia tanto a sus bases como a sus socios parlamentarios.

Sánchez es consciente de que su capital político está hoy amenazado, pero también de que no existe en el horizonte inmediato una figura que pueda asumir con garantías el liderazgo socialista. Con una oposición fragmentada y un entorno económico favorable, el presidente confía en que el paso del tiempo y las reformas internas le permitirán reconducir la situación sin necesidad de romper la legislatura.

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